El malagueño Luis Calvo lleva a Sitges una crítica a los programas de telerrealidad
El realizador malagueño Luis Calvo estrenó ayer en la sección oficial competitiva Fantástico de Sitges Prime Time, su primera película, un largometraje que recrea un diabólico programa de realidad -reality show- en el que los supuestos participantes son raptados y encerrados en directo. Película ingenua que parece en algunos momentos una representación teatral, Prime Time es una crítica clara al fenómeno de la «telerrealidad», con concursos como Gran Hermano, tras el que «nos preguntábamos cuál es el siguiente paso», ha señalado el director.
Actualizado: GuardarLa proyección del filme en Sitges ha tenido un estricto control contra la piratería con registros en los bolsos e intervenciones en la platea cuando alguien activaba el móvil.
Para su filme, Calvo ha fabulado en torno a la pregunta que se ha hecho a sí mismo de cuál era «el siguiente paso tras la pornografía emocional» que exhiben los «realitys» televisivos.
Para la película, el director andaluz crea una cadena televisiva que se salta todos los códigos deontológicos con la intención de ganar audiencia y crea un show que transmite en directo el secuestro y posterior encierro en una especie de jaula de cristal de 7 personajes en principio normales y exhibe sus partes más oscuras. El filme tiene elementos futuristas en la concepción del espacio y plantea una premisa que no se lleva hasta el final porque al director «le interesaba más bien exhibir como estamos manipulados».
Calvo se ha sumado a la crítica presentado en películas como El Show de Truman o El experimento, entre otros, filmes de los que no pretende desmarcarse ya que «el tema está en el ambiente».
Secretos desvelados
La película tiene como protagonistas principales a una joven pareja formada por un periodista sin trabajo (Alberto Amarilla) y una psicóloga (Leticia Dolera), encerrados contra su voluntad en la jaula de cristal desde donde se transmite en directo el concurso televisivo, con votos de los espectadores que desvelan sus secretos más íntimos y su parte oscura. Amarilla se pone en el papel del novio de la psicóloga en un personaje que no es capaz «de mirar hacia su interior» y tiene «una necesidad de ejecutar que no le permite pensar ni darse cuenta de lo que está pasando, al contrario de ella», explica el actor.