Rajoy modera su oposición y deja al Gobierno la iniciativa frente a la crisis
El PP apoyará al Ejecutivo y renunciará a la demagogia si Zapatero asume el coste de impulsar medidas necesarias pero impopulares
Actualizado: GuardarEl PP se dispone a desempeñar un papel clave, pero secundario, en el combate contra la crisis económica. Los dirigentes del partido opositor han moderado sus posiciones y se muestran ahora dispuestos a apoyar al Gobierno, convencidos de que en una situación difícil como la actual es el Ejecutivo el que debe llevar la iniciativa. Mariano Rajoy dejará que sea José Luis Rodríguez Zapatero quien proponga las medidas que convengan a la economía y no hará demagogia para desgastarle si se trata de iniciativas impopulares.
«Lo que hace falta es que el Gobierno sea consciente de la situación y presente un paquete económico; estoy dispuesto a ir codo con codo con el Ejecutivo en las cosas que sean razonables para resolver la crisis», señaló ayer en los pasillos del Congreso el líder opositor.
Horas antes, en declaraciones a Radio Euskadi, Rajoy dijo que su encuentro con el presidente del Ejecutivo sigue sin tener fecha, pero que acudirá a la reunión «para hacer cosas y para que quede claro que el Gobierno tiene la determinación de coger el toro por los cuernos». Los estrategas del PP saben que el primer partido de la oposición no puede desentenderse del combate contra la crisis y limitarse a desgastar al Gobierno. Creen que su credibilidad de alternativa de poder está en juego ahora que Rajoy ha sido llamado por el jefe del Gobierno, pero también temen que Rodríguez Zapatero pretenda repartir las cargas con el PP. «Nosotros no vamos a proponer recortes, que lo haga Zapatero», comentó un miembro de la dirección.
En el equipo económico del partido opositor se prepara la relación de asuntos que Cristóbal Montoro planteará al vicepresidente Pedro Solbes como propuesta de agenda para la entrevista entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición. En un tercer nivel, mantienen la interlocución el diputado Álvaro Nadal y el secretario de Estado David Vegara.
Los planteamientos del PP serán de carácter general, pero sin proponer ninguna medida. «Corresponde al Gobierno asumir ese coste y llevar el liderazgo», señaló un portavoz parlamentario popular que está convencido de que Rajoy, en estos momentos, está obligado a no llevar la voz cantante y dar un paso atrás.
«No vamos a proponer recortes de ningún tipo y si el Gobierno sigue acusándonos de defender una política antisocial podemos votar a favor de iniciativas que, por responsabilidad, en otro momento habríamos rechazado», explicaron las mismas fuentes. De hecho, el principal riesgo para la política presupuestaria del Gobierno puede estar en que los votos del PP permitan que prosperen iniciativas parlamentarias de otros grupos de la oposición que supongan mayor gasto del previsto en principio por Solbes.
Dos visiones
Entre los dirigentes populares hay dos formas de afrontar la reciente llamada al encuentro formulada por Rodríguez Zapatero. En el grupo parlamentario del Congreso existe la convicción de que el PP debe estar al lado del Gobierno para transmitir juntos mensajes de confianza a la ciudadanía ante un previsible agravamiento de la crisis.
«La obligación de la oposición en una situación como ésta tiene que ser de apoyo al Gobierno a cambio de nada y sin hacer demagogia si el Ejecutivo tiene que tomar decisiones difíciles o impopulares», dice un parlamentario.
Esta opinión es ampliamente asumida en el partido, aunque con matices. «Nosotros no podemos respaldar mensajes que no sean verdad», advierte un diputado, que recuerda que los organismos reguladores han sido cuestionados por el PP desde que el PSOE nombró a sus presidentes sin consultar con el partido opositor.
Otros dirigentes de la organización con amplia experiencia son partidarios de mantener una posición de mayor dureza y exigir la retirada de los Presupuestos como paso previo a un pacto posterior con el Gobierno. Estos directivos creen que el gabinete socialista reaccionó tarde y cuando tendió la mano a la oposición ya había aprobado las cuentas del Estado tras consultar con todos los grupos, menos el PP. Por eso, insisten en que la voluntad de acuerdo del Gobierno ha quedado en entredicho y la credibilidad de su oferta, muy mermada.
Quienes sostienen uno y otro criterio tienen muy claro que el PP está obligado a denunciar al Gobierno si no toma decisiones ni actúa para afrontar la crisis o prevenir sus consecuencias.
«El PP tiene que compartir reformas estructurales o cambios que se deriven del Pacto de Toledo», apunta un miembro del equipo económico. «Pero nosotros no vamos a plantear medidas para que después nos acusen de antisociales, en eso no van a pillar a Mariano», sostiene uno de los asesores del dirigente popular.
El reto del equipo de Rajoy es evitar que la sociedad esté más expectante ante las medidas del PP que las del Gobierno. «Hacer propuestas no es obligación del partido de la oposición, sino del que está en el poder», añaden las mismas fuentes.