McCain combate su desventaja Certificados médicos como baza electoral
El republicano recurre a su tirón popular en el primer debate con Obama para intentar frenar su caída en los últimos sondeos
Actualizado: GuardarJohn McCain llegó ayer a Oxford (Mississippi) con muchas variables en contra. Había perdido el órdago de amenazar con no acudir al primer debate presidencial si no se alcanzaba antes un acuerdo para rescatar la economía. Precisamente la economía, un tema del cual ha admitido no entender «absolutamente nada», había desplazado a su fuerte, la política exterior. A su favor tenía un entorno republicano y las bajas expectativas, ya que la mayor parte de los estadounidenses esperaba que su rival Barack Obama predominase.
Sólo el 34% de los encuestados por Gallup para la CNN esperaba que lo hiciera mejor, y jugar con las bajas expectativas a favor es una gran ventaja, según ha demostrado el brillante estratega de George W. Bush, Karl Rove, cuyo dicípulo Steve Smichdt dirige la campaña de McCain desde junio pasado. La opinión de los votantes se basa sólo en la fama de intelectual que se ha ganado el brillante abogado de Harvard que, a sus 47 años, puede ser el primer presidente negro de EE UU. Obama no se amedrentó ante el farol de McCain de dejarle plantado en el debate, y en lugar de aceptar que se retrasara mantuvo hasta el final que en estas circunstancias de crisis «es más importante que nunca exponer al pueblo estadounidense cómo pensamos gobernar el país», declaró. McCain no pudo arreisgarse a dejarle 90 minutos de televisión para él solo.
La economía estaba pensada para ser el tema del último de los tres debates que se celebrarán antes de las elecciones, lo cual favorecía a Obama, mucho más ducho en la materia, porque son esas últimas impresiones las que más se quedan grabadas en la mente de los votantes. El 53% de los estadounidenses cree que el senador de Illinois manejará mejor la economía, según la encuesta de Gallup, y ése es el tema que más preocupa.
Desde que estallase la crisis de Wall Street, McCain ha ido perdiendo puntos en los sondeos quedarse sin la ventaja que le había dado la selección de Sarah Palin y quedar incluso por debajo. Según la media de encuestas nacionales que hace semanalmente la CNN, Obama le supera por 47 a 43%, aunque algunas elevan esta diferencia hasta diez puntos, la mayor de la campaña. Pero lo que cuenta para ganar la Casa Blanca no es quién saca más votos.
El debate de anoche era la gran oportunidad de McCain para retomar el liderazgo. Contra todo pronóstico, era el septuagenario senador de Arizona el que tenía más posibilidades de cautivar a la audiencia. Así lo había demostrado en el escenario de la megaiglesia evangelista de California donde ambos candidatos respondieron por separado a las mismas preguntas. Breve, conciso, directo, justo lo que busca la televisión en sus cortes de 30 segundos.
Como otros demócratas que le han precedido Obama cree que los votantes están interesados en el programa electoral. Los republicanos, sin embargo, han centrado con éxito sus campañas en temas algo frívolos. Un chiste oportuno, un gesto carismático, una impresión. En todo eso el veterano de Vietnam tiene el dominio y anoche fue su oportunidad de ponerlo a prueba. A este paso, a John McCain no le van a cundir las veinticuatro horas que tiene el día hasta que se enfrente por la presidencia de EE UU a Barack Obama. Entre debates -tras algunas dudas-, acudir en plan bombero a la Casa Blanca para ayudar a Bush a apagar el fuego desatado por la crisis y presentar certificados médicos sobre su salud no da abasto.
Porque dos grupos liberales se han propuesto amargarle lo que queda de campaña y han exigido al candidato republicano -que sufre desde hace tiempo uno de los más graves tipos de cáncer de piel- que dé a conocer documentos sobre sus exámenes médicos. En un anuncio de 30 segundos difundido por la cadena de televisión MSNBC, los grupos Brave New Pac y Democracy for America preguntan «¿por qué McCain no da a conocer su estado de salud actual?»
Democracy for America es un grupo encabezado por James Dean, hermano del presidente del Comité Nacional Demócrata, Howard Dean. En el spot, un médico identificado como Michael Fratkin expresa su preocupación por la capacidad de McCain para afrontar un nuevo problema de cáncer. Y agrega que de ocurrir, y si el senador ganara las elecciones del 4 noviembre, «se perjudicaría profundamente» su capacidad de conducir al país.