Sarkozy, una vida de película

Nicolas Sarkozy tiene tirón. Es poderoso, dicen que muy inteligente, tiene cierto atractivo y le gusta presumir de mujer guapa. Llegó a la presidencia francesa con su entonces esposa Cécilia Seigner y pronto, tras un divorcio exprés, la cambió por otra con mucho más morbo, la ex modelo y cantante Carla Bruni, 'Carlita', como él la llama. Y desde entonces el interés por sus andanzas ha crecido muchos enteros, tantos que la directora de cine Marina Zenovich quiere llevar su vida a la gran pantalla. «Es como un culebrón», afirmó la documentalista, que acaba de estrenar otro trabajo sobre los escándalos sexuales de Roman Polanski. «Me interesa la manera en que quiere cambiar Francia, pero no es posible olvidar el lado folletinesco de su vida amorosa», sostiene.