Los rebeldes nigerianos declaran una «guerra del petróleo» en el delta del Níger
Anuncia la milicia que ya ha destruído varias estaciones de bombeo y una plataforma propiedad de la empresa Chevron, y amenaza a las demás con un "huracán" de represalias si no se van
Actualizado: GuardarEl principal grupo rebelde de Nigeria, el Movimiento para la Emancipación del Delta del Níger (MEND) ha declarado una "guerra del petróleo" en la conflictiva región, y anuncia que ya ha destruído varias estaciones de bombeo y una plataforma propiedad de la empresa Chevron, que ha confirmado el ataque pero ha matizado que el lugar se encontraba parado debido a un ataque previo en julio.
Adevertía ayer el mismo grupo a las compañías petroleras de que deberán retirar a sus trabajadores en pocas horas o se enfrentarán a un "huracán" de represalias. "La operación continuará hasta que el Gobierno de Nigeria se de cuenta de que la solución para la paz en el Delta del Níger pasa por la justicia, el respeto y el diálogo", afirman los insurgentes.
Este anuncio ha tenido lugar después de una gran batalla entre el Ejército nigeriano y las milicias en esta región, que podría haberse cobrado la vida de hasta 22 soldados y de varias decenas de milicianos, según fuentes milicianas y de las Fuerzas Armadas nigerianas.
La violencia en el Delta del Níger, corazón de la producción petrolera nigeriana, ha paralizado una quinta parte de las operaciones petrolíferas en este ámbito, y amenaza con significar una subida general en el precio del crudo.
Trabajadores heridos
Los rebeldes añaden que, como resultado del ataque, algunos de los 27 trabajadores de las plantas petroleras que mantienen bajo su custodia han resultado heridos. "La mayoría de ellos tienen lesiones causadas por metralla o balas", prosigue el texto. Cinco de los 27 rehenes serían del Reino Unido, Sudáfrica y Ucrania, y el resto nigerianos, afirman las fuentes rebeldes.
Según el MEND, los operarios, secuestrados por piratas cuando se encontraban en la nave 'Blue Ocean', fueron posteriormente rescatados por ellos con la idea de liberarles a cambio de que su líder, Henry Okah, fuera absuelto de sus cargos. Okah, arrestado en Angola el año pasado y extraditado pocos meses después a Nigeria, está siendo juzgado por tráfico de armas y traición en la corte de la ciudad de Jos, al norte del país.