El Gobierno exige su liberación

El capitán de un pesquero español denuncia que el barco lleva cuatro días secuestrado en Mauritania

El ministerio de Asuntos Exteriores alega que tiene un expediente administrativo abierto desde hace tiempo

PONTEVEDRA/BRUSELAS Actualizado: Guardar
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El barco pesquero gallego 'Bahía de Porto Santo' permanece retenido en un puerto de Mauritania desde el pasado miércoles. El capitán del pesquero e hijo del armador del mismo, Juan José Iglesias ha denunciado desconocer los motivos por los que las autoridades de este país africano “nos han apresado aquí", y están vigilados por un militar. Sin embargo, el Ministerio de Exteriores ha asegurado que el pesquero tiene un expediente administrativo abierto desde hace tiempo por las autoridades mauritanas y el pago pendiente de una multa.

Según Exteriores, cuando el barco gallego, que pertenece al armador Santiago Iglesias, de la localidad pontevedresa de Poio, atracó en un puerto mauritano, las autoridades de ese país comprobaron que tenía un expediente administrativo abierto y una sanción económica pendiente de pago. Por esa razón decidieron retener la embarcación y requerir al armador para que proceda al pago de la multa, cifrada en varios miles de dólares.

Las autoridades mauritanas alegaron que el barco estaba pescando en sus aguas el 13 de mayo, pese a que estaba establecida una parada biológica, pero las cajas azules de la embarcación -similares a las cajas negras de los aviones- demostraron que, en realidad, estaba navegando despacio porque estaba remolcando a otra nave.

El Gobierno español, convencido de esta versión, ha encomendado a la embajada en Mauritania que exija la inmediata liberación del pesquero, que lleva a bordo catorce tripulantes, seis de ellos españoles. Además, en el marco del acuerdo de pesca entre la Unión Europea y Mauritania, el Ejecutivo ha demandado una reunión especial del grupo de trabajo de apresamientos, a fin de que defienda al pesquero.

El capitán del barco, Juan José Iglesias, se queja de la "lentitud" en el trabajo de España y la Unión Europea (UE) para liberarlos, que pese a todo está en marcha. "Esto es un secuestro en toda regla, nadie nos saca de aquí y sólo nos dicen que estemos tranquilos", ha puntualizado, aunque precisa que "eso es difícil, porque esta gente está loca. Esta mañana intentaron apresar a otro barco más".

Pérdidas de ocho mil euros diarios

Lo habitual en situaciones como éstas es que las autoridades de Mauritania y el armador del pesquero lleguen a un acuerdo. Sin embargo, el armador del barco ha asegurado que desconoce las razones por las que el pesquero permanece retenido.

Santiago Iglesias, que ha lamentado el comportamiento de las autoridades mauritanas, ha explicado que la paralización del barco en el puerto "supone para nosotros unas pérdidas de alrededor de ocho mil euros diarios, porque a la falta de capturas de pesca, hay que añadirle los gastos que genera una embarcación de este tipo". Por ello, esperan que el próximo lunes, día 15, las autoridades pesqueras españolas hagan las gestiones necesarias para que el barco pueda salir a la mar y reanudar sus labores pesqueras.

El 'Bahía de Porto Santo' es un buque arrastrero de 33 metros de eslora construido en acero y dedicado a la pesca de merluza. Su tripulación está compuesta por seis gallegos y siete mauritanos "que ya han bajado a tierra", ya que el buque pertenece a una empresa mixta hispano-mauritana.

Este barco pesquero protagonizó otro incidente el pasado mes de diciembre, cuando chocó durante la noche con un cayuco de pesca, al que no avistó debido a la oscuridad. En aquella ocasión fueron detenidos el capitán y el primer oficial del buque.