Cartas

Los personajes de Cádiz

En los 30 años que religiosamente llevo viniendo a Cádiz, voy descubriendo con admiración lo insondable de su belleza en su historia, arte y gente; y, en la medida que se descubre, se admira más.

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Cádiz, ciudad preciosa, llena de historia y encanto, es un lugar de España al que hay que acercarse para descubrirlo. A ella hay que venir, porque no es lugar de paso, sino ámbito casi finisterre de otro mundo cercano y trampolín del nuevo espacio de la modernidad.

Me quiero centrar hoy en su gente y, especialmente, en sus personajes, que se convierten, por naturaleza, en sus anfitriones.

Me refiero a Vicky Bermúdez, embajadora de andar por casa, nos presenta la cara de un Cádiz vivo que tiene el mar como argumento; gaditana de adopción sin necesidad de ser de nacimiento, porque vive su cultura con la pasión del descubrimiento y la identificación; con ella se pasea por Cádiz orgullosa de cuanto enseña (la belleza de su arte y la humanización de su gente) es guía que cuenta, descubre y pone al descubierto la hondura de un Cádiz que, a simple vista, no somos capaces de ver si no nos lo enseñan a ver. Año tras año, podemos disfrutar de unos paseos didácticos por el laberíntico barrio de Santa María o por El Pópulo, en el que los cimientos son romanos, que enseñan a ver más allá de las indicaciones de una guía fría y hacen apreciar cada uno de estos rincones.

De la playa hace un salón de estar, donde día a día van desgranándose acontecimientos de un Cádiz singular, que aunque tiene el empeño de conservar su esencia para sí, el mar lo hace universal. El mar se convierte en un espacio de tertulia con viento apacible o rabioso, se comenta como la primera noticia que nos encaja el día; es sencillamente el vehículo que nos facilita el encuentro temporada a temporada y efectivamente el mar es el lugar de cita para propios y extraños.

Pero aunque el mar es el motivo de Cádiz, éste es mucho más; hay que entrar en su alma para descubrir la esencia. No hay que quedarse en su orilla, sino adentrarse en su mar profundo y ello sólo lo puede hacer su gente.

El Ayuntamiento traza con su gran acierto sus itinerarios y se encarga de engalanar la ciudad, pero son sus personajes los que la llenan de gracejo con una envoltura de vida vivida.

Se agradece como veraneante (plaga temida por los lugareños) que nos pongan de manifiesto toda su grandeza y que nos conviertan en pregoneros de la bondad de su tierra y de su gente.

Gracias a todos los personajes no reconocidos oficialmente que nos ayudan a sentirnos como en casa cuando nos hablan de Cádiz.

Nani Manzano. Madrid