Opinion

Anticipo del Bicentenario

La visita a Cádiz del presidente de Costa Rica, Oscar Arias, ha sido la primera de un mandatario iberoamericano a la ciudad en estos últimos años y constituye un primer ensayo de lo que deparará el Bicentenario de la Constitución de 1812, cuando se celebrará la Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno. La presencia de la escala en Cádiz dentro de la visita de Estado del presidente costarricense, que esta noche cena con los Reyes en el Palacio Real de Madrid, tiene asimismo el valor de incluir a la ciudad desde ya en la agenda de los mandatarios de los países del otro lado del Atlántico, con los que es imprescindible establecer una nueva hermandad de cara a engrandecer la celebración del Doce y para compaginar agendas entre nuestra celebración y las sucesivas de las independencias de las repúblicas hispanoamericanas.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Asimismo, hay que valorar la importancia de la figura del ilustre visitante. Oscar Arias es uno de los más respetados líderes mundiales y tiene en su haber el Premio Nobel de la Paz y el Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional por su decisiva contribución a la pacificación de Centroamérica, obtenidos en 1987 y 1988. Doctor honoris causa por las principales universidades del mundo, preside una fundación con su nombre, la Fundación Arias para la paz y el progreso humano, y desarrolla numerosas iniciativas políticas ahora también encaminadas hacia la lucha por el respeto a la biodiversidad, en la que su país es ejemplo mundial. De esta manera, su estancia en nuestra ciudad debe considerarse de especial relevancia, como la tiene el aval que el presidente ha otorgado, en sus discursos y en su agenda de actos, a la celebración de la Constitución y a la consideración de Cádiz como cuna de las libertades.

El Bicentenario se construye día a día, paso a paso, con pequeños y grandes gestos. No cabe duda de que la visita de Oscar Arias ha sido uno de los grandes. Es preciso seguir en este camino, lograr que el aniversario de La Pepa se instale en los programas oficiales y en el imaginario común, a uno y otro lado del Atlántico, y hacerlo con ambición y altura de miras. La colaboración entre instituciones, Ayuntamiento y Junta sobre todo, debe primar para conseguir buenos resultados.

Asimismo, más allá de la efeméride, Cádiz debe llevar su vocación americanista a primer plano de sus políticas, hacerla patente de manera constante. La presencia del mandatario costarricense ha de ser también un primer paso en este sentido.