A la alcaldesa de Sanlúcar de Barrameda
De vergüenza: que cada día haya mas coches y motos mal aparcados en las calles y aceras de Sanlúcar de Barrameda impidiendo el paso a los peatones,carritos de bebés y minusválidos, y que los agentes de la Policía Local, que pasan junto a estos vehículos con frecuencia, ni se inmuten. En estos casos, ni siquiera la denuncia por teléfono surge efecto, a no ser que los vehículos lleguen a obstaculizar el tráfico.
Actualizado: GuardarDe vergüenza: que no se pueda transitar por ninguna de las aceras de las calles y plazas de esta bendita ciudad porque las partes que no están ocupadas por coches y motos están ocupadas por mesas, sillas, cajas de cerveza, artículos de todo a cien, cajas de frutas, expositores de todo tipo (desde calzado a latas de pintura, pasando por flores, tablones de menú, exposición de motos...etc). Algunos de estos enseres se quedas en la calle amarrados con cadenas, lo mismo a un arbol que a un balcón o un banco del mobiliario urbano; impidiendo casi por completo el paso a los peatones, carritos de bebé y sillas de ruedas. Dicho problema es especialmente sangrate en el centro, en las plazas de San Roque, Cabildo y Victoria y en la calle Ancha; pues con las mesas, sillas, sombrillas y demás los que vivimos allí hay veces que no podemos entrar ni salir de nuestras propias viviendas, situación que nos lleva a enfadarnos a los propietarios de los bares, que quitan todo de la vía pública para volver a ponerlo a los diez minutos con toda impunidad y desvergüenza y sin que ni funcionarios, policías, gobernantes y políticos quieran hacer caso a las continuas denuncias puestas por los afectados
Si, como dicen algunos miembros de su Gobierno, se esta trabajando muchísimo en estos dos temas (ocupación salvaje del espacio publico y aparcamientos indebidos) a tenor del resultado seria necesario cambiar los sistemas de trabajo o a las personas que hacen la planificación de los mismos; o ambas cosas. Tengan valentía política y cumplan con la promesa que hicieron en radios y televisiones a bombo y platillo.
José L. Caraballo. Sanlúcar