Economia

Sólo un 10% de los ocupados se tomaría un año sabático si le tocara la lotería

Tres de cada cuatro trabajadores ven incompatible éxito laboral y vida personal

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Según se desprende del estudio anual de Cátenon, sobre Satisfacción Laboral y Calidad de Vida 2008, el 17% de los hombres y el 20% de las mujeres consultadas montarían su propio negocio si les tocaran 200.000 euros en la lotería. No obstante, la mayoría, el 72% en el caso masculino y el 66% en el femenino continuarían con su trabajo y gastarían el dinero en caprichos, deudas o inversiones. Y, sólo el 10% - 6% de los varones y el 14% de las ocupadas- se tomaría un año sabático. Tres de cada cuatro trabajadores mantienen la opinión de que para lograr una brillante carrera profesional es necesario renunciar a una parte importante de la vida personal y proponen una serie de medidas para compatibilizar y conciliar los dos ámbitos.

Así, en un amplio abanico de respuestas, el 73% se inclina por un horario flexible, el 46% por la libre distribución de las horas laborales a lo largo del año, el 36% por desarrollar la actividades las circunstancias que desvela el informe figura que un 72% de los ocupados renunciaría a parte de su sueldo en pro de incrementar su calidad de vida. La mayoría de estos trabajadores, el 42%, consciente de que cualquier concesión cuesta dinero sacrificaría un 10% del salario.

Responsabilidad

En el análisis por género, los hombres consideran imprescindible para acudir animados a su empresa disfrutar de responsabilidad y autonomía. Las mujeres prefieren buen ambiente y flexibilidad horaria. En resumen, ellos están satisfechos cuando se valora su actuación y reciben retribuciones acordes con esa situación, mientras que ellas anteponen el sentirse a gusto y entrar y salir de la empresa sin rigideces. En cuanto a los motivos para cambiar de empleo, ambos géneros ponen en primer lugar la retribución económica. Ahora bien, los hombres sitúan en segundo lugar la responsabilidad que van a tener en el trabajo y a continuación las posibilidades de promoción y desarrollo, y las mujeres, tras la remuneración, se olvidan de la responsabilidad pero sí son partidarias de contar con posibilidades de ascender, y colocan como tercer incentivo la flexibilidad horaria. El estudio también aborda las cualidades que los empleados más admiran en los jefes.

Los hombres están fascinados por la capacidad de liderazgo, de comunicación con subordinados y de delegar.