
El avión de Spanair cayó de cola y recorrió 1.200 metros hasta incendiarse
Las 'cajas negras' han sido enviadas a Gran Bretaña La comisión investigadora rehúye formular hipótesis
Actualizado: GuardarEl avión de Spanair tuvo un despegue limpio, voló, cayó de cola y carreteó por el campo 1.200 metros hasta llegar a un arroyo, donde se incendió. Estos son los hechos comprobados por la comisión investigadora del accidente del pasado miércoles que costó la vida a 154 personas en el aeropuerto de Barajas.
El secretario técnico del comité, Francisco Javier Soto, explicó ayer en rueda de prensa que las dos cajas negras que contienen las conversaciones en la cabina y los parámetros de vuelo se enviaron al Reino Unido y su contenido ya ha sido extraído. El primer informe de los investigadores, agregó, estará listo en un mes.
El portavoz de la comisión despejó algunos interrogantes, pero dejó abiertos muchos más. Estableció con claridad que, según el primer análisis de los restos, el MD-82 de Spanair no se salió de la pista pues no había señales de neumáticos en ella. Tampoco hay indicios de que algún elemento del fuselaje del avión se desprendiese y golpease contra el asfalto de la pista.
Fue un despegue limpio, el aparato tomó altura y cayó. El impacto fue en el «cono de cola», de forma que la parte trasera del aparato se desprendió, y recorrió 1.200 metros por el terreno anexo a la pista de despegue 36L. En su loca carrera, la nave dio tres saltos fruto del impacto con otros tantos desniveles del terreno y llegó a un arroyo, donde se incendió.
Hasta aquí los hechos comprobados. Pero, ¿cuánto se elevó el avión? ¿Estalló o se incendió el motor izquierdo? ¿Se activó la reversa? ¿Faltó potencia? ¿Hubo impactos en el timón de cola? Preguntas por ahora sin respuesta, pero las tendrá, según el secretario técnico de la investigación.
Soto explicó asimismo que las dos cajas negras, la de las conversaciones en la cabina y la de los parámetros de vuelo, se han enviado al Reino Unido para que las manipule la comisión de investigación aeronáutica de ese país, porque tiene «los mejores medios» para desentrañar el contenido de unas cintas que están dañadas.
Los expertos británicos consiguieron extraer la información este fin de semana, pero no es posible conocer aún su contenido porque ahora hay que limpiar de ruidos y mejorar las condiciones de las grabaciones.
El secretario técnico de la comisión indicó durante su multitudinaria comparecencia en el Ministerio de Fomento que las pesquisas llevarán tiempo, puesto que una semana después del siniestro todavía se está en la fase de recogida de la información de campo, y recordó que en otros accidentes similares esta labor se ha prolongado durante «meses».
Soto garantizó, no obstante, que los investigadores tendrán un informe preliminar dentro de un mes que recogerá los hechos que han podido ser contrastados en ese tiempo, pero que no tendrá «ninguna conclusión», algo que sólo se recogerá en el informe final para el que no se atrevió a fijar ningún plazo.
Motores en buen estado
Señaló también que los motores, «piezas fundamentales en la investigación», se han encontrado en buen estado y se han llevado a un hangar del aeropuerto para su estudio y análisis pormenorizado, pero evitó precisar si ya se ha podido encontrar alguna anomalía en ellos que permita avanzar una hipótesis sobre lo que pasó.
El experto confió en que con todo el material que se cuenta, tanto de los equipos de aviónica como información gráfica de Aena, del aeropuerto de Barajas, de particulares y hasta del Ejército del Aire, será posible hacer una reconstrucción fidedigna de los hechos y determinar sus causas.
Garantizó que no se dejará ningún cabo suelto y que también se tomará en cuenta la información aparecida ayer en un diario danés sobre presuntos problemas de despegue en el avión siniestrado hace un mes en un vuelo de Palma de Mallorca a Copenhague. Una noticia a la que fuentes de la compañía no dieron la menor verosimilitud y recordaron las revisiones que pasó sin problemas la nave accidentada.
El portavoz de la investigación explicó además que la comisión recibió el primer aviso del accidente a las 14.43 horas del pasado miércoles, y que enviaron de inmediato un equipo de seis expertos que tomaron las primeras muestras. A este equipo se unió al día siguiente otro grupo de siete especialistas de la agencia estadounidense para la investigación de accidentes, de la compañía Boeing, fabricante del avión, así como de la empresa constructora de los motores.
Una información similar a la que detalló el secretario técnico de la comisión fue entregada este martes al juez de instrucción número 11 de Madrid, Javier Pérez, encargado del caso.