VIGILANCIA. Los agentes acordonaron la calle donde vivía el fallecido en la barridada de El Chicle, en Jerez, donde además tuvieron que repeler ataques. / TAMARA SÁNCHEZ
Ciudadanos

Cae en un violento tiroteo la banda que mató a Tamara Leyton en El Marquesado

Uno de los delincuentes resultó muerto y otros dos compinches fueron heridos leves Un guardia civil, atropellado por un vehículo, fue ayer operado en el Puerta del Mar

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Se habían convertido en una obsesión para las Fuerzas de Seguridad. La provincia estaba siendo escenario de una oleada de robos violentos a lo que se sumaba un asesinato sin esclarecer, el de la joven vecina de El Marquesado, y el tiroteo contra un control de la Guardia Civil en Setenil que acabó con un agente en prácticas herido. Este fin de semana había sido elegido para poner fin a esta escalada de violencia que mantenía aterrorizados a los vecinos de las zonas rurales, donde los delincuentes estaban actuando con más intensidad. El operativo tutelado por la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional, respaldada por efectivos de otros servicios de la Comisaría Provincial y con la Guardia Civil, pudo sellar el final de las fechorías de una banda muy peligrosa, tal y como adelantó lavozdigital en la mañana de ayer.

Los agentes desconocían la identidad de los integrantes de esta organización, pero días atrás un policía localizó uno de los vehículos -un Citroën C4-, que habían utilizado en uno de los robos, aparcado en la barriada La Milagrosa de Jerez. Este turismo se convirtió en pieza clave para dar con unos delincuentes de los que no se sabía nada, tan sólo sus terribles resultados y que actuaban siempre los fines de semana y entre las diez y las tres de la madrugada.

A ese turismo le colocaron un dispositivo de localización para seguir cada uno de sus movimientos. El viernes por la noche se había preparado un importante operativo conjunto, con más de medio centenar de agentes, pero el vehículo no se movió y se abortó el primero de los intentos. La situación cambió la noche siguiente. Antes de que el reloj diera las diez, el localizador avisaba que el turismo cambiaba de ubicación. Como se describe en la cronología inferior, la UDEV replegaba a los efectivos, repartidos en turismos camuflados. En el coche vigilado viajaba la banda, compuesta por cuatro hermanos: Fernando y Francisco Flores Nieto, de 28 y 31 años, Manuel Flores Valverde, de 35 y Cristóbal Flores Arenas, de 39. Fuentes policiales confirmaron que la diferencia de apellidos les hizo pensar en un primer momento que les unían otros lazos familiares, pero al parecer dos de ellos son hermanastros.

Tres escopetas

Los delincuentes se desplazaron hasta San Roque, donde asaltaron cuatro viviendas de una urbanización cercana al polígono Miraflores, pero no se llevaron apenas nada. Cuando se supo que retornarían hasta Jerez, la Policía alertó a la Guardia Civil para que montara un control en la A-381 y les cortara el camino. Y en el punto kilométrico 47 se consumó la última actuación de la banda.

Al llegar a la altura del dispositivo, los cuatro atracadores pararon el coche, se bajaron de él y armados con tres escopetas de caza comenzaron a disparar. Esto obligó a los guardias de la USECIC (Unidad de Seguridad Ciudadana) y de Policía Judicial a defenderse sacando sus armas. El mayor de los hermanos, Cristóbal, cayó abatido por impactos en la cabeza y en el cuello. Otros dos atracadores también resultaron heridos, aunque según confirmaron fuentes del SAS habían sido ingresados en el Clínico de Puerto Real con pronóstico leve.

La organización del operativo en carretera había saltado por los aires cuando comenzó el tiroteo. En mitad del caos, un vehículo ajeno a lo que estaba ocurriendo, se internó en la zona y arrolló a un agente de la USECIC. El herido fue llevado al hospital Puerta del Mar con un diagnóstico reservado porque presentaba varios traumatismos. Por la tarde fue operado de la cadera y según las mismas fuentes sanitarias evoluciona favorablemente.

El delincuente que resultó ileso fue llevado a la Comandancia de la Guardia Civil. A él y a sus otros dos hermanos que salieron vivos de la refriega les imputan decenas de robos, la agresión al agente en Setenil y el delito más grave de todos: el asesinato de Tamara Leyton en la zona de El Marquesado, en Puerto Real.

Salidas de prisión

La identificación de los sospechosos no fue fácil. Cuando cayeron en la autovía ninguno portaba algún documento que acreditara su identidad. La sorpresa saltó cuando se confirmó que el atracador fallecido, junto a otro de los detenidos -Manuel- habían liderado la conocida banda de la carretera, que a finales de los ochenta había sembrado el terror en el norte del país. Fueron sentenciados a más de cien años por cometer una treintena de delitos.

En el día de ayer se investigaba si alguno de los detenidos aún permanecía ingresado en prisión, pero disfrutaba de permisos los fines de semana que era cuando actuaban en la provincia. Si se confirma este dato, alguno de los sospechosos había tenido la perfecta coartada ya que entre semana permanecía recluido y lejos de las investigaciones policiales.

stubio@lavozdigital.es