A LA ESPERA. Los jugadores del San Fernando juegan hoy un amistoso ante el Racing. / ROMÁN RÍOS
Deportes

Día clave en la Isla

El presidente del San Fernando se ve las caras hoy con el alcalde para tratar de buscar una salida a una crisis que amenaza con la desaparición del club isleño

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Día clave para el futuro del San Fernando. A pocos días de la apertura del nuevo curso, el club isleño se encuentra al borde de la de-saparición. Las continuas promesas vacías de Delfín Cañas han terminado por acabar con la paciencia de todos. Los últimos pagarés presentados por el mecenas del club isleño no hay quien los asuma y, a día de hoy, la deuda del San Fernando amenaza con acabar con la historia del club gaditano.

El engaño al que Cañas y Serrano lleva sometiendo a la plantilla ha provocado que muchos de los jugadores no quieran oír ni su nombre. A esto se suma la indignación existente en el junta directiva que preside Manuel Acosta. Y es que desde el mes de enero la plantilla lleva escuchando de boca de Ángel Serrano promesas in-cumplidas en forma de pago de la deuda. Hasta tal punto han llegado tantas y tantas excusas que la junta directiva actual dice sentirse sin argumentos para levantar la moral de un equipo que, en algunos casos, ya vive en la precariedad.

El entrenador del San Fernando, Antonio Iriondo, no podía ocultar el sufrimiento por el que están pasando sus jugadores. «Es normal que estén ya hasta los huevos de esta situación», decía preso de los momentos tensos que está viviendo este verano. El preparador isleño no quiere dejar de creer en que la salvación del club puede ser posible aunque lamenta que la marcha de Serrano y Cañas a diez días del comienzo de la competición oficial haya podido ser un lastre «porque no ha dejado tiempo para que la nueva directiva pueda reorganizarse de nuevo».

Iriondo lanza un mensaje de auxilio a la afición porque, según él, en estos momentos «sólo podemos salvar al San Fernando los que de alguna manera sientan el San Fernando, en especial, los jugadores que por todo lo que han hecho ya se merecen un diez».

Mucho menos optimistas se en-cuentran en el vestuario. Muchos de los jugadores no pueden dejar de pensar que la salvación está en la definitiva marcha de Delfín Cañas pero les cuesta pensar que sea posible. Contemplan lo que le ha sucedido al Logroñés (desaparecido) y al Linares (camino de la extinción) -donde Delfín Cañas era el dueño- y creen que el destino del San Fernando puede ser idéntico. De hecho, en Linares Cañas no quiere deshacerse del club pese a encontrar un comprador.

Última esperanza

Pero hoy todo puede dar un vuelco. Tanto para bien como para mal. El presidente del San Fernando, Manuel Acosta, tiene una cita con el alcalde de la localidad, Manuel María de Bernardo para tratar de buscar una salida a la agónica crisis que vive la entidad.

Aunque Acosta llegará ilusionado a la cita con el primer edil no puede olvidar el daño que Cañas está haciendo a la institución y, más especialmente, a las familias de los jugadores que han llevado al club a Segunda B. Le acusa de estar riéndose desde hace nueve meses de toda una ciudad y de no hablar claro desde un principio.

Sabe que no puede pedirle nada a los jugadores pero, aun así, hace un intento. «Les pido que se conjuren con la actual directiva aunque entiendo que estén cansados de tantas promesas. No tengo argumentos para ellos», dijo.