«Me gustaría poder vivir del skate toda mi vida»

-Siendo un deporte casi inexistente hace 15 años, ¿cómo surgió su afición por él?

-Hace muchos años que me dedico al skate. Comencé a los 14, con un grupo de amigos de mi misma edad. Le dedicaba muchas horas y, tras ir mejorando mi nivel, me planteé competir.

-¿Cómo fue ese paso?

-Primero participaba en competiciones medias, no demasiado importantes. Mi objetivo era, en ese entonces, salir y conocer gente que compartiera mi misma afición.

-Al no haber demasiadas competiciones en la provincia, estará obligado a viajar mucho...

-Parece que no, pero sí que hay bastante gente aficionada por el skate. Cuando empecé, seríamos unos 20, y ahora somos más de 200. He competido en los mejores sitios, como Barcelona, Valencia o Madrid.

-¿Cuáles son sus peripecias preferidas al skate?

-Existen muchas modalidades de aprendizaje, pero yo soy de una escuela más completa. Me gustan los circuitos, pero donde más disfruto es en las barandillas y las rampas.

-¿Por qué cree que el skate no está demasiado bien visto?

-Porque es un deporte de calle y tan sólo contamos con el skatepark. Además, está lleno de graffities y no está demasiado cuidado.

-¿Cuál considera que es la solución?

-Hacer de él un club. Vallarlo o establecer unas horas de apertura y cierre, podrían ser soluciones eficaces.

-¿Cuáles son sus aspiraciones para el futuro?

-Mi sueño es vivir vinculado al deporte, intentar vivir del skate. Me gustaría seguir enseñando a jóvenes y formar alguna escuela.

-¿Qué significó para usted la experiencia de monitor en el Skate Camp de Chiclana?

-Fue una experiencia muy bonita y todo salió bastante bien. Nos hemos superado respecto al año pasado. Además, Vipren nos ha ayudado mucho en todo.

-¿Qué le diría a los más jóvenes para que se animen a subirse a un patín?

--Que lo prueben, estoy seguro que les gustará. Es un deporte muy divertido.