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Mengual y Fuentes tienen casi asegurada la medalla de plata
La pareja española se consolidó en la rutina libre, donde logró un histórico 10
Actualizado: GuardarHa nadado tanto en busca de este metal que Gemma Mengual rompe su voz cuando valora la participación española en la segunda jornada del dúo. El camino hacia la plata no tiene pérdida y sólo una hecatombe, un error descomunal, una desgracia impensable podrá privar a Mengual de cumplir con el mayor reto de su exitosa carrera. La medalla olímpica es suya y subirá al segundo cajón del podio junto a Andrea Fuentes. Gemma se podrá jubilar tranquila. La rutina de los dos primeros días de competición se hace eterna, por momentos aburrida.
Son 24 países participantes y hasta el menos entendido puede adivinar quién manda en el mundo de la sincronizada. Rusia, que juega en otra liga, es un regalo para los ojos, un nado de un nivel inalcanzable para el resto. Las Anastasias Davydova y Ermakova se pegan tanto en la piscina que parecen una, compenetradas en cada uno de sus movimientos, tanto que hasta el parpadeo de los ojos lo hacen al mismo tiempo. Con 98,834 pasaron a la final de hoy, en la que tienen asegurado el oro. Su ejecución es bellísima y sus apneas conllevan una dificultad altísima. Sin duda están a otro nivel y la piscina de Pekín es suya.
Y luego está España, que no llega a lo que ofrecen las rusas pero es mucho más que las japonesas o las chinas, que aspiran al podio gracias a la generosidad de los árbitros. Mengual y Fuentes forman un tándem fantástico y ayer, liberadas de la tensión del debut, estuvieron mucho más finas, obteniendo un 10 histórico en la puntuación artística, premio otorgado por el juez de la República Dominicana (98,167 en el cómputo global) que entendió que España había alcanzado la perfección.
Bajar la cabeza
'Flama', con música de ópera contemporánea del belga Nicholas Lens, fue un ejercicio casi perfecto, con sólo un par de errores mínimos, pero excelente al fin y al cabo. «Ha habido un diez. Les han puesto uno a las rusas y otro a nosotras. Nos concedieron uno en Roma, pero en unos Juegos es una pasada», comentó Mengual. Gemma y Andrea se han ganado a pulso su ubicación actual en la sincronizada internacional, que depende de las afinidades de los jueces. Cuentan que cuando pasan por delante de las rusas éstas bajan la cabeza, rabiosas al ver cómo cada día se acercan más las españolas.
«Ahora que saben que van primeras ya nos saludan, pero nos tienen miedo», apunta Tarrés. «A las rusas les toca el oro, se lo merecen por su regularidad, por su trabajo, por todo. Nosotras hemos mejorado muchísimo, pero siempre ellas han estado arriba y siempre hemos querido acercarnos a ellas. Es lógico que se merezcan el oro», reconoce Mengual. Hoy tiene que ser su gran día, la culminación a toda una trayectoria bañada en éxito que previsiblemente tendrá continuidad con la competición por equipos.