Un picasso en la cuneta

El grabado Minotauro, bebedor y mujeres (1933), del pintor malagueño Pablo Picasso, robado en junio pasado de la Pinacoteca de Sao Paulo junto a otras tres obras de arte, ha sido recuperado por la policía. Esta pieza en cuestión era la única de las cuatro obras robadas de la Pinacoteca que aún estaba desaparecida. El grabado fue hallado abandonado en la noche del viernes a la vera de una carretera en la zona oeste de Sao Paulo, la mayor ciudad brasileña, tras una operación policial en una favela próxima, según un portavoz de la secretaría regional de Seguridad Pública. La recuperación se hizo pública ayer después de que los peritos de la Pinacoteca verificaran que se trataba de la obra original robada.

Con el hallazgo del segundo grabado de Picasso robado, la Policía ha conseguido recuperar las cuatro obras sustraídas el 12 de junio de la Pinacoteca. El 7 de agosto la policía ya había recuperado el óleo Mulheres na Janela (1926), del brasileño Di Cavalcanti (1897-1967), y la acuarela O Casal (1919), del lituano-brasileño Lasar Segall (1891-1957). Y el 18 de julio fue hallado el grabado El pintor y su modelo (1963), de Pablo Picasso (1881-1973). Las obras de Di Cavalcanti y Segall fueron encontradas en una vivienda en Guaianases, un barrio del este de Sao Paulo, tras un operativo policial que permitió la captura de uno de los hombres acusados del robo a la Pinacoteca. En la operación que permitió el rescate de la primera obra de Picasso también fue arrestado otro de los acusados.

Un golpe fácil

El robo fue cometido por tres hombres que, sin dificultades y en pocos minutos, inmovilizaron a los empleados de la Estaçao Pinacoteca, una galería de exposiciones contigua a la institución, metieron los cuadros dentro de un saco y salieron tranquilamente del edificio ubicado en pleno centro de la mayor metrópoli suramericana.

Las cuatro obras robadas, pertenecientes a la Fundación José y Paulina Nemirovsky, fueron valoradas en unos 625.000 dólares. Los dos supuestos ladrones ya arrestados fueron identificados gracias a las imágenes de las cámaras de seguridad, ya que los tres autores del delito actuaron sin ocultar sus rostros. El tercero fue identificado pero sigue prófugo.

El robo fue el segundo de ese tipo en Brasil en seis meses, después de que en diciembre unos ladrones sustrajeran del Museo de Arte de Sao Paulo las obras El retrato de Suzanne Bloch, de Picasso , y O Lavrador de Café, del brasileño Cándido Portinari, recuperadas pocos días después.