La fuerza de la vida

A la hora que escribo esta crónica ya hay familias okupas en la playa, con todo lo necesario para afrontar la cada vez más larga jornada de las barbacoas. No les falta ningún avío y más de una parece ignorar las normas medioambientales más elementales, yo diría más bien las normas básicas de la educación entre ciudadanos. Los jóvenes aún están por llegar, pero si ven actuar así a sus mayores, de poco sirve tanto cartel sugiriendo que no tiren desperdicios a la arena. Las noches del Carranza ya no huelen a tortilla de patatas ni a pimientos fritos como antaño, ahora, lo queramos o no, se han convertido en algo distinto y en contados casos recuerdan a aquellas veladas futboleras, donde el Trofeo era algo más que un partido amistoso. Por cierto, lo de amistoso manda narices. Viendo la retransmisión del partido por Onda Cádiz (hay que barrer para casa) me llamó la atención cómo un encuentro donde debe primar la deportividad y la amistad se convirtió en un capítulo más de violencia deportiva. Para colmo fueron los propios jugadores del Sevilla y el Villarreal quienes dieron un ejemplo vergonzoso, sobre todo, para los niños que desde las gradas seguían el encuentro ¿amistoso?. Si fue así, no quiero imaginar cuando jueguen en la liga.

GRUPO HETEROGÉNEO

Carlos Alarcón, -lo cito porque después dice que sólo lo nombra Pérez Sauci en sus crónicas-, se interesó mucho el otro día por el tema del tapper sex del que hablaba en mis dos últimas crónicas, quiero pensar que por llevar el tema a debate a los micrófonos de la Ser, que de vez en cuando viene bien un tema elevadito de tono para animar las tertulias. Seguro que el mundo cofrade se lo agradecerá. Me lo encontré en la presentación del Trofeo Carranza en La Marea, cada año más concurrida. A los habituales a la barra de este restaurante cada vez nos llama más la atención la de gente que hay aficionada al cazón gratis. Estaban los incombustibles y aquellos que se van sumando a un encuentro que ya es una tradición.

LOS POLÍTICOS, DE VACACIONES

Hoy no voy a dar caña a los políticos y eso que me lo piden cada vez más. Vamos a dejarlos descansar que, al fin y al cabo, también se lo merecen. En septiembre, empezaremos con fuerza. Hay congresos a la vista, como el local del PSOE, donde Federico Pérez Peralta medirá de nuevo sus fuerzas en Cádiz. Me dicen que está bien atado, pero bueno, habrá que esperar. Feliz agosto.