El ex obispo Lugo asume la presidencia de Paraguay y promete eliminar la corrupción
El nuevo mandatario anuncia una reforma agraria elaborada con el asesoramiento del Nobel Joseph Stiglitz
Actualizado: GuardarEn un clima de enorme expectativa, el ex obispo católico Fernando Lugo asumió ayer la presidencia de Paraguay. El mandatario, que con su victoria puso fin a 61 años de hegemonía del conservador Partido Colorado, prometió ser «implacable» con la corrupción y combatir la pobreza extrema mediante una reforma agraria integral elaborada con el asesoramiento del Premio Nobel de Economía 2001, el estadounidense Joseph Stiglitz.
«¿Sí, juro!», gritó el nuevo presidente, emocionado frente al desafío que lo espera de aquí hasta el final de su mandato. Por deseo del nuevo jefe de Estado, la ceremonia se realizó en la explanada del Congreso, frente a mandatarios y delegados extranjeros y a 15.000 personas que lo ovacionaron.
El presidente saliente, Nicanor Duarte Frutos, no le entregó directamente los atributos del mando. Lo hizo el titular del Congreso, Enrique González. De todos modos, Duarte reconoció que Paraguay vivió ayer «un día histórico» y «de esperanza». «Hoy nace un nuevo Paraguay, hoy termina un Paraguay exclusivo, secretista, con fama de corrupto», aseguró Lugo.
«Seremos implacables con los ladrones del pueblo», prometió Lugo. «Vamos a incorporar a Paraguay a las democracias consolidadas» de la región, confió. «No será fácil, pero tampoco imposible», advirtió. Ésta era la frase que había lanzado durante la campaña electoral, cuando nadie lo creía capaz de vencer al poderoso Partido Colorado, que gobernó durante seis décadas.
Las palabras sonaron como un bálsamo sobre la sufrida población de este país esperanzado con el cambio. Horas antes de su asunción, una encuesta de First Análisis y Estudios indicó que más del 76% de los paraguayos cree que con el nuevo gobierno la situación del país mejorará y casi el 60% está dispuesto a esperar para ver esos cambios.
Paraguay es uno de los países más pobres de la región. Tiene cerca de seis millones de habitantes, de los cuáles el 42% vive en la pobreza.