Familias de las víctimas de Omagh boicotean el aniversario del atentado
Subrayan su profundo descontento porque no se ha encontrado aún a los culpables
Actualizado: GuardarDiez años después del atentado más sangriento de la historia de Irlanda del Norte -que se cobró la vida de 29 personas, dos de ellas españoles- su recuerdo sigue levantando ampollas. Al dolor por la pérdida de los seres queridos se suma un amargo descontento de los familiares de las víctimas porque hasta ahora sus esforzados intentos por encontrar y condenar a los autores del atentado aún no ha dado ningún fruto. La jornada de hoy, en la que se prevén varios actos conmemorativos, no estará exenta de la polémica.
Una inscripción que debía figurar en un monumento erigido para la ocasión ha sido motivo de fuertes disputas y algunas familias boicotearán las celebraciones oficiales porque dicen estar «hartos de falsas promesas».
Treinta y un pequeños espejos, dedicados a cada una de las vidas que se perdieron en la tragedia y a las de dos bebés que aún estaban por nacer, serán parte del tributo dedicado a las víctimas del atentado. Están diseñados para que, en los días de sol, redirijan los rayos de luz a un pilar de cristal construido justo en el punto donde estalló el coche bomba el 15 de agosto de 1998, en la concurrida Market Street.
«Terroristas»
Los familiares de las víctimas querían que en el monumento figurara un texto alusivo a «honrar y recordar a las personas muertas y cientos de heridos de tres naciones por un coche bomba de terroristas disidentes republicanos».
Las disputas sobre la inscripción del monumento han hecho acrecentar el recelo de los familiares hacia las autoridades organizadoras del acto, a quienes acusan de no «haber contado para nada con ellos».