«En el Balón de Cádiz jugaban todos los que venían del B»

-¿En que sitió pego sus primeras patadas a un balón?

-En mi barrio. Vivo en un piso con patio interior y ahí empezaron los primeros partidos, las primeras ligas, se empezó a crear el gen de la competitividad etc.

-Y de ahí, dio usted el salto al complejo...

-Sí. A mí siempre me llamaba la atención el fútbol once, pero en mi patio jugábamos con dos farolas como portería y en los colegios en pistas de fútbol sala. Uno ve a sus ídolos en la tele, en los juegos como el Pcfútbol 4 y quiere ser como ellos y jugar en campo grande.

-¿Cómo fue su paso por el fútbol base?

-Muy satisfactorio, la verdad. Me lo pasé muy bien. Al principio me lo tomaba tan en serio que no jugaba en el campo como en mi barrio, pero luego destaqué. Del Polideportivo Cádiz me llamaron para jugar en el Balón Aficionado y ahí uno se da cuenta de que hay gente que vive de esto. Yo siempre tuve los pies en el suelo y nunca dejé los estudios de lado pero se ve cada locura...Al final acabé marchándome al Sindicales porque en el Balón sólo jugaban los desechos del Cádiz B. Se nos ignoraba un poco a los que veníamos del complejo.

-¿Qué apoyos tenía en el fútbol?

-Muchos. Cuando un chaval juega al fútbol gana diez o quince amigos por cada equipo en el que ha estado. Luego estaba mi padre, que siempre le ha gustado verme jugar mis partiditos en cadetes, juveniles y sénior. Me echaba el cable sabe que estaba ahí siguiéndome el tío.

-Y ahora se pasó al fútbol sala...

-Obligado. En Cádiz no hay ninguna liga de fútbol siete u once en la que puedan apuntarse equipitos. Podrían donar el complejo, que está ahora tan abandonado, para jugar una liga la gente que tenga ya una edad y quiera jugar en campo grande.

-¿Qué tal es la liga del Campo del Cura?

-Está genial. Es como jugar entre amigos pero con árbitro y tomándoselo uno en serio. Con ganas de competir, ganar, marcar, y, por supuesto, pasarlo bien.