La falta de viento en Qingdao deja toda la flota en tierra
El gaditano Trujillo se mostraba ayer animado pese a que asumía sus resultados negativos
Actualizado: GuardarMuy mal lo tuvo que ver la organización para que a las cuatro de la tarde, hora local diez de la mañana en España decidiera suspender la jornada por falta de viento. A las ocho de la mañana, como todos los días, informaron a la prensa de que en algunos campos había viento suficiente para regatear. Las lanchas de balizadores salieron al mar a medir la intensidad del viento, e incluso también salió un barco del Comité de Regatas, pero se tuvieron que volver de vacío. No pudieron forzar ninguna salida como han hecho hasta ahora. Mientras tanto, la larga espera fue aprovechada por los regatistas para hacer una jornada de convivencia con familiares y periodistas en la Villa Olímpica, que cuando se terminen los Juegos será un hotel de superlujo de siete estrellas. Desde Pekín llegó la doble campeona olímpica Theresa Zabell para dar ánimos al equipo. «Todavía no se ha dicho todo. Queda mucho para que esto termine y la vela da muchas sorpresas. Hay que tener la cabeza fría y no pensar nunca en el resultado final». Theresa Zabell, vicepresidenta del Comité Olímpico Español, compartió mesa y mantel con el equipo y con el presidente de la Federación Española, Gerardo Pombo, en el comedor de deportistas de la Villa.
Trujillo, tranquilo
La jornada sirvió de relax para todos los equipos, en especial para el español, que estuvo matando el tiempo en la sala de juegos (tenis de mesa y futbolín) y en la de multimedia disfrutando de juegos informáticos y de la televisión. En esta jornada de puertas abiertas, idea de Gerardo Pombo, se pudo hablar de forma distendida con la totalidad de miembros del equipo. Vimos al gaditano Rafa Trujillo muy animado y asumiendo su mala olimpiada. «Creo que mañana -por ayer- va a entrar mucho más viento. Ojalá pueda resarcirme y hacer dos buenas mangas».
También estaban relajados y contentos Íker Martínez acababa de llegar su mujer, Bárbara y Xabi Fernández (49er), que como siempre radiaban optimismo. «Hay que seguir luchando, porque esto no acaba aquí. Estamos muy tranquilos porque hemos realizado un buen trabajo en estos cuatro años y pase lo que pase estaremos orgullosos».
Echávarri y Paz
Fernando Echávarri (Tornado) estaba más concentrado, aunque había pasado la mañana en el varadero ultimando los detalles de su barco. Debuta su clase y no quiere distraerse, pero se unió al grupo durante una hora para explicar un poco sus posibilidades. «Estamos con dos frentes abiertos. Uno, la propia competición en sí y el otro, mucho más complicado, la lucha que tenemos para que los americanos y los holandeses no utilicen el Genaker que han diseñado para ceñir. Además, la ISAF les va a permitir que midan una vela de distintas características para tenerla de reserva por si rompieran la oficial». Fernando no quiso acusar a nadie porque «soy un deportista que confío en la honestidad de mis rivales», pero está muy clara la jugada que pretenden hacer americanos y holandeses. La vela nueva está diseñada para una banda de viento entre 4 y 7 nudos, pero si sopla más no valdría.