Desafío europeo
Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea exhortaron ayer a Rusia y Georgia a respetar de manera efectiva el alto el fuego y el resto del contenido del plan de paz auspiciado la víspera, en una declaración que adquiere pleno sentido a la vista de la fragilidad del armisticio alcanzado y las acusaciones contra Moscú de proseguir con sus operaciones militares. La Unión afronta cohesionada la decisión de tomar parte activa en la reconstrucción de la región y de enviar observadores para verificar la paz, pero encuentra divergencias internas a la hora de definir sus relaciones futuras con el Gobierno ruso. Francia y Alemania se opusieron en abril a la inmediata adhesión de Ucrania y Georgia a la OTAN preocupados por la reacción de Rusia, de cuyo abastecimiento depende el 50% del consumo de ambos países. Sin embargo, la exhibición de poderío del Kremlin al invadir un estado soberano y aliado de Occidente ha obligado a la UE a replantearse de nuevo la incorporación de las antiguas repúblicas soviéticas a la Alianza Atlántica.
Actualizado: GuardarEl propio acuerdo de paz forjado por Sarkozy en representación de la Unión ha encontrado algunas reservas en varios de sus miembros al no explicitarse en el mismo el respeto a la integridad territorial de Georgia y sí la apertura de la discusión sobre las separatistas Osetia del Sur y Abjazia. Condicionados por su dependencia energética, los 27 tienen ante sí el desafío de encontrar un equilibrio en la diplomacia con Rusia que combine la firmeza en la defensa de los principios pacíficos y el respeto a las fronteras con la suficiente flexibilidad para estrechar los lazos con la gran potencia del Este sin incomodar, al tiempo, a EE UU.