El 'conseller' de Economía, Antoni Castells, ayer, en su reunión con Alicia Sánchez-Camacho (PP). / EFE
ESPAÑA

El Gobierno intenta enfriar la crisis con la Generalitat por la financiación

Rajoy exige un cara a cara con Zapatero en el Parlamento que saque el debate del marco bilateral que busca Cataluña

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El Gobierno central intentó ayer rebajar la tensión con la Generalitat por la falta de acuerdo sobre el nuevo sistema de financiación autonómica al agotarse el plazo fijado en el estatuto para pactar la reforma. La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, suavizó el tono de sus mensajes al PSC y apeló a la «seriedad y responsabilidad» del presidente José Montilla para facilitar el acuerdo.

La número dos del Gobierno intentó apaciguar a sus socios catalanes tras un fin de semana de tensión en el que la dureza de los gestos fue en aumento hasta el punto de que el 'conseller' catalán de Economía, el socialista Antoni Castells, llegó a vincular el apoyo de los 25 diputados del PSC a los Presupuestos Generales del Gobierno para 2009 a que las dos partes alcancen un pacto.

El PSC ha optado en este asunto por escenificar su unidad con sus socios en el 'Govern', ERC e IU-IpC e incluso con sus opositores de CiU, frente al Ejecutivo central, al que acusan de vulnerar el Estatuto de Autonomía aprobado y refrendado en 2006.

El líder de CiU, Artur Mas, intentó ayer forzar a los socialistas catalanes a dar un paso más en su pugna con sus compañeros de Madrid y les animó a sellar «un acuerdo de todos los partidos, incluido el PSC, para no votar los Presupuestos del Estado si no se cumple el Estatut».

Ante este panorama, la vicepresidenta trató de templar gaitas desde El Salvador, país que visita en viaje oficial, e instó al Gobierno de la Generalitat a «adoptar una posición responsable para buscar los puntos de consenso y no los de disenso». Fernández de La Vega explicó que el Gobierno está «en la mejor de las disposiciones» para negociar la financiación de las cuentas para 2009 y «convencido» de habrá acuerdo en ambas cuestiones, y confió en que el PSC será igual de «responsable» que otras veces «a lo largo de su historia».

En respuesta a la vicepresidenta, el 'conseller' catalán de Economía acusó al Gobierno central de «intimidar y amedrentar» en lugar de dialogar y proponer soluciones. «Chillan y hacen ruido para que no se escuchen los argumentos de los que los tenemos», aseguró Castells, que defendió la unidad con CiU «para conseguir resultados». «Si no hay un buen acuerdo, no habrá acuerdo», apostilló el 'conseller', que se reunió con la presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, que negó que los populares se hayan sumado al frente común catalán.

La base del desacuerdo es el concepto de solidaridad interterritorial. Los partidos catalanes quieren que el nuevo sistema de financiación limite el fondo de solidaridad a los gastos derivados de la sanidad, la educación y otros servicios sociales básicos.

Pleno extraordinario

El presidente del PP, Mariano Rajoy, terció ayer en la polémica y reclamó un debate cara a cara con Zapatero en un pleno extraordinario del Congreso en agosto.

El PP solicitó que la Diputación Permanente del Congreso decidael próximo 20 de agosto si el presidente del Gobierno debe informar con urgencia sobre «la reforma del modelo de financiación autonómica tras el debate suscitado». La iniciativa no prosperará ya que los nacionalistas catalanes quieren que la negociación no desborde el marco bilateral.