La 'kale borroka' regresa a Francia con tres bombas
1.200 personas fueron desalojadas de centros turísticos del País Vasco francés
Actualizado: GuardarLa 'kale borroka' regresó ayer al sur de Francia. La Policía gala desactivó tres artefactos artesanales de escasa potencia colocados en la línea del Tren de Alta Velocidad, en un complejo residencial y en una oficina de turismo de Las Landas y del País Vasco francés. Aunque no se produjeron daños personales, los autores de los sabotajes lograron parte de su objetivo: conmocionar varios centros turísticos en los que se tuvo que desalojar a 1.200 personas de los establecimientos hosteleros que ocupaban.
La táctica fue muy similar a la empleada por ETA el pasado mes de julio en las localidades cántabras de Noja y Laredo. Bombas de escasa potencia que apenas causan desperfectos ni provocan heridos, pero que al estar situadas en localidades de veraneo generan una gran alarma social.
La existencia de los explosivos fue dada a conocer por un comunicante anónimo que alrededor de las cuatro de la madrugada llamó a los bomberos de Pau para alertar de la colocación de cinco artefactos. Según indicó, estaban situadas en la línea férrea Bayona-Dax, entre las localidades de Boucau y Ondres, en un hotel de Anglet, en un albergue de Bidarray, en el Casino de Biarritz y en un centro turístico de Arcangues.
A partir de ese momento se puso en marcha un gran despliegue policial. El tráfico ferroviario quedó cortado y la estación de Burdeos cerrada durante dos horas para inspeccionar los trenes. La amenaza obligó a desalojar los centros hoteleros. En total, más de 1.200 personas se vieron afectadas.
Tras una intensa búsqueda, los investigadores localizaron tres artefactos. El primero estaba colocado en la línea férrea del TAV galo, cerca de Ondres, a escasos diez kilómetros de Bayona pero ya en Las Landas. Estaba compuesto por una bombona de gas y un sistema de activación mediante temporizador. No llegó a estallar.
Sospechas
La segunda bomba fue hallada en un complejo residencial de Arcangues, localidad situada en la zona central de Lapurdi. En esta ocasión, tenía un sistema de activación por mecha. Tampoco explotó, al igual que el tercer artefacto, situado a escasos 250 metros del anterior, en una oficina de turismo. Se da la circunstancia de que el comunicante anónimo no informó de la existencia de este último.
Las fuerzas de seguridad, sin embargo, no localizaron las otras tres bombas anunciadas. Despúes de varias horas de rastreo, la Policía suspendió el dispositivo de seguridad a última hora de la mañana en Biarritz, Anglet y Bidarray.
Aunque la persona que alertó de los atentados no se identificó como miembro de ningún colectivo concreto, las autoridades galas consideran que detrás de estas acciones podría encontrarse 'Irrintzi', un grupo vinculado con la izquierda abertzale que el año pasado asumió la autoría de siete atentados. También sospechan de una segunda red de violencia, denominada 'Euskal Herria no está en venta', a la que se le imputa una veintena de ataques contra intereses inmobiliarios y turísticos. Sus integrantes 'firman' sus acciones con pintadas o con pasquines que arrojan en las inmediaciones de las infraestructuras dañadas. Las fuerzas de seguridad francesas tienen la convicción que detrás de ambos grupos, en cualquier caso, por lo menos de manera indirecta, está ETA.