Los vecinos del terrorista
Actualizado: Guardarranscurridas 28 horas desde la salida de Iñaki de Juana de la prisión de Aranjuez, la presencia mediática en el portal de la que será su casa en San Sebastián se ha reducido enormemente. Es media mañana de domingo, y los vecinos del barrio de Amara se desperezan poco a poco. Preguntados por el nuevo inquilino, la mayoría eludía responder y los que lo hacían, previa garantía de mantenerse en el anonimato, se movía entre la indiferencia y el rechazo. El portal de De Juana y su esposa, Irati Aranzabal, está flanqueado por una sede de CC OO y un almacén de telares abandonado. Una mujer que sale de este bloque de pisos asegura «no» tener problemas ante la llegada del ex preso, aunque «entiendo -afirma- que haya personas a las que no les parezca bien», en alusión a las víctimas del terrorismo que residen en los alrededores. Otro vecino del mismo edificio admite sentirse «preocupado» por la situación creada, porque hay mucha gente «que pensamos diferente y no estamos de acuerdo con sus ideas». No obstante, añade, «respeto» su decisión «de venir aquí».