ETA planeaba secuestrar a un concejal del PSOE como hizo con Miguel Ángel Blanco
El jefe del 'comando Vizcaya' confesó el plan al ser interrogado por los tranquilizantes hallados en el zulo y añadió que también tenía orden de matar al juez Grande-Marlaska
Actualizado: GuardarETA pretendía secuestrar a un concejal del PSOE y repetir el crimen de Miguel Ángel Blanco, de acuerdo a la confesión del jefe del 'complejo Vizcaya', Arkaitz Goikoetxea. Según su testimonio ante la Guardia Civil, la organización terrorista consideraba que el secuestro de un edil serviría para presionar al Gobierno. La banda carecería en este momento de infraestructura para mantener a un secuestrado, lo que hace pensar a los investigadores que repetiría el modo de actuación que llevó a cabo en Ermua en 1997: un plazo mínimo y unas condiciones imposibles que terminarían con la 'ejecución' del secuestrado.
Arkaitz Goikoetxea confesó los planes de la organización terrorista al ser interrogado ayer mismo por la aparición en el primer zulo, en La Rioja, de tranquilizantes, un hallazgo que despertó la preocupación de los guardias civiles a cargo de la operación. El dirigente del comando señaló que los guardaban para el secuestro de un concejal socialista, aunque no ofreció ningún detalle ni sobre la presunta víctima ni sobre el estado de desarrollo de los planes. Fuentes de la investigación matizaron anoche que la alarma sólo se basa en la declaración del etarra, que presenta algunas contradicciones, y que es necesario profundizar en la veracidad de la misma.
En el curso de los interrogatorios, Goikoetxea había confesado ya que la cúpula de ETA la había ordenado hace algo menos de un año asesinar al titular del Juzgado de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, Fernando Grande-Marlaska, uno de los jueces más conocidos en los últimos años de la lucha antiterrorista.
El cabecilla etarra, detenido el pasado martes junto a otros ocho activistas, señaló que la dirección de la banda le comunicó que el atentado contra el magistrado debía ser «prioritario». Sin embargo, el comando todavía no había tenido oportunidad de realizar los seguimientos ni de preparar el ataque, ya que en los últimos meses había tenido una actividad frenética con otros muchos atentados dentro y fuera del País Vasco.
Según la declaración de Goikoetxea ante los funcionarios de los servicios de Información en la sede de la Dirección General de la Guardia Civil en Madrid, la orden de intentar matar a Grande-Marlaska la recibió en Francia antes de que a finales de agosto de 2007 empezara a liderar el reconstituido 'comando Vizcaya', y antes, incluso, de comenzar su campaña de atentados con el ataque con coche-bomba a la casa cuartel de Durango.
Pisos cercanos
La dirección de la banda -explicó el terrorista durante el interrogatorio- propuso a Goikoetxea el asesinato del juez cuando el etarra comentó que el centro de actuación de su futuro comando y uno de sus pisos francos iba a ser la casa del padre de su novia, la también detenida Maialen Zuazo. La familia Zuazo posee una residencia en la urbanización 'El Cardizal', situada en la localidad riojana de Ezcaray, una zona de vacaciones muy frecuentada por ciudadanos vascos, donde también la familia del juez, de origen bilbaíno, tiene una segunda residencia.
Siempre de acuerdo con la declaración del 'liberado' (que ha sido grabada íntegramente), durante los últimos meses, los terroristas del 'núcleo duro' del comando se desplazaron en varias ocasiones a la casa de 'El Cardizal', tanto para fabricar los zulos en los cercanos municipios de Valgañón y Pazuengos como para hacer informaciones de objetivos en La Rioja.
De hecho, la Guardia Civil todavía investiga si Goikoetxea y su novia, a los que relaciona con el ataque a la casa cuartel de Calahorra, están detrás del atentado contra la Delegación de Defensa de Logroño el 10 de septiembre de 2007. A pesar de que acudieron con frecuencia a las inmediaciones de la casa de Grande-Marlaska, jamás le vieron allí, insistió el 'liberado' en su declaración.
La propuesta de la dirección de la banda terrorista para perpetrar el asesinato era la colocación de un coche-bomba, ya que la cúpula consideraba inviable, habida cuenta de la protección del juez, un atentado con disparos. La organización estaba dispuesta a facilitar el vehículo cargado de explosivos pero el comando terrorista jamás llegó a requerir la entrega del vehículo.
Dentro de aquel 'núcleo duro' al que ETA encomendó matar a Grande-Marlaska también estaba Asier Borrero Toribio, el huido, amigo de cuadrilla de Goikoetxea, en cuyo coche la Guardia Civil encontró el martes los documentos y planos que han sacado a la luz la 'pista riojana' del 'comando Vizcaya'.
Borrero, que era parte de la 'célula de Algorta' a la que también pertenecían los detenidos Aitor Kotano, Mikel Saratxo e Iñigo Gutiérrez Carrillo, podría ser el número dos del complejo etarra, según se desprende de la investigación de la Guardia Civil.
Precisamente a mediodía de ayer, efectivos del instituto armado detuvieron en Getxo a una mujer, Inge Urrutia, cuando salía de su domicilio ante la sospecha de que pudiera estar relacionada con el grupo del complejo terrorista que operaba desde Algorta.
Sólo minutos después de la confesión de Arkaitz Goikoetxea, la Guardia Civil informó de los planes de ETA a Fernando Grande-Marlaska, que se encuentra de vacaciones estivales fuera de Madrid y lejos de la casa familiar de 'El Cardizal'. «Estoy tranquilo. Son gajes del oficio. Lo raro sería no aparecer [entre los objetivos de la banda]», explicó el magistrado en una conversación con el servicio de Prensa de la Audiencia Nacional.