
El Papa pide a los líderes religiosos que se unan frente al terrorismo
Benedicto XVI aconseja a los pueblos que solucionen los conflictos de forma pacífica
Actualizado: GuardarEl Papa Benedicto XVI pidió ayer a los líderes religiosos de varias confesiones del mundo unirse para encontrar el camino de la paz y luchar «contra siniestras e indiscriminadas formas de violencia». Esa petición, junto con una advertencia a los jóvenes acerca de los «dioses falsos» de la avaricia, el sexo y el poder, fueron los principales llamamientos que hizo Ratzinger durante su segundo día en la Jornada Mundial de la Juventud, marcada por las reuniones y actos religiosos.
Uno de esos actos fue una entrevista con los responsables de otras confesiones, entre ellas la judía, la islámica, la hindú y la budista. El Papa les indicó que no se debe ver la religión como «una causa de división, sino como un motivo de unión». «La voz unificada de las personas religiosas insta a las naciones y comunidades a resolver los conflictos por medios pacíficos y con un completo respeto de la dignidad humana», declaró.
Por su parte, el líder religioso musulmán, Mohamed Abdul Salim, presente en la reunión, dijo que, frente al «fundamentalismo» que propugnan algunas interpretaciones de las religiones, debe oponerse «la doctrina del amor».
Ratzinger se reunió también con un grupo de jóvenes discapacitados a los que explicó que «los dioses falsos se asocian con tres tipos de cosas: las posesiones materiales, el amor egoísta y el poder». A continuación, señaló que las propiedades materiales en sí son buenas. «No sobreviviríamos sin dinero, vestido o casa», pero las diferenció de la «avaricia». El Pontífice recibió a representantes de las distintas ramas del cristianismo, entre ellas los anglicanos, los metodistas, los luteranos y los ortodoxos indios, y les advirtió que el ecumenismo atraviesa «un momento crítico» y que deben estar «en guardia contra la tentación de ver la doctrina como una cuestión de división».
Como colofón, participó en un espectacular via crucis que recorrió Sidney. Al salir de la catedral para abrir la primera estación, tres personas intentaron abordar a Ratzinger con una pancarta contra los abusos sexuales cometidos por parte de miembros de la Iglesia católica, pero fueron detenidos por la Policía.