El camino a Teherán
Se ha vuelto 'paloma' el presidente Bush? ¿O sólo quiere birlarle al candidato demócrata Barack Obama algunas de sus propuestas en política exterior revisionistas y llenas de buen sentido?
Actualizado: GuardarTal vez las dos cosas a la vez y, con seguridad, en el caso iraní, donde la Casa Blanca da un giro -muy rápido para los usos diplomáticos- en su relación con el régimen de los ayatolahs: ayer el diario británico The Guardian creía saber que el próximo mes Washington anunciará la apertura de una «sección de intereses» en Teherán como un mensaje inequívoco del cambio de rumbo.
El periódico, de hecho, sólo revela que el anuncio tendrá lugar en agosto porque lo de la apertura de lo que es, de hecho, una embajada con otro nombre, tiene varias semanas encima como posibilidad. El propio presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, había dicho el domingo que su gobierno aprobará toda propuesta en ese sentido y, en general, cuanto pueda mejorar la relación bilateral.
Previamente se había hecho saber que el Departamento de Estado sopesaba incorporar directamente a un funcionario norteamericano al diálogo bilateral con Irán que ahora lleva adelante el llamado G-6 (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania) y gestiona en nombre de todos el jefe de la diplomacia europea, Javier Solana.
Cosa hecha: el miércoles se anunció en Washington que William Burns, recién nombrado subsecretario de Estado para Asuntos Políticos (número tres del Departamento) se une al grupo y estará presente en la negociación con el equipo iraní que este fin de semana tendrá lugar en Ginebra. Teherán debe contestar a la oferta de incentivos presentada por el G-6 contra la interrupción del proceso de enriquecimiento de uranio.
Todo esto significa, en tres palabras, que el gobierno Bush ha asumido que había poco porvenir con la demonización del estable régimen chií, ubicado en el «eje del mal» desde 2002, y confirma otra cosa muy relevante: Washington no puede afrontar un tercer frente, junto a Irak y Afganistán.
El Pentágono se opone a un ataque aéreo y lo que eso significaría y el Departamento de Estado se ha unido al movimiento. Si de paso, se ayuda a John McCain, mejor que mejor.