La tercera renuncia
El líder socialcristiano arroja otra vez la toalla ante las disputas regionales
Actualizado: GuardarEl 10 de junio de 2007, los socialcristianos de Yves Leterme, en coalición con los independentistas de NV-A, ganaron las legislativas. En su programa figuraba un objetivo mayor: convertir Bélgica en un Estado confederal mediante una nueva y muy profunda transferencia de competencias a las regiones o entidades federadas, Flandes y Valonia. Bruselas, tercera entidad federada del reino, carece de autonomía plena, según los flamencos, luego la negociación tendría que realizarse entre flamencos y valones. El objetivo del debate era la quiebra de la caja única de la Seguridad Social, pues el norte, dinámico y rico, no quiere seguir financiando a un sur anclado en modelos colectivistas y en la cultura del subsidio, con una tasa de desempleo que triplica a la del norte.
Yves Leterme asumió el 15 de julio la responsabilidad de poner en marcha un Gobierno que diera respuesta a esas premisas, pero fracasó y presentó la dimisión -la primera de las tres que ha rendido al rey- el 23 de agosto. Volvió a finales de septiembre, cuando Alberto II, después de haber tanteado otros registros, le encomendó de nuevo la formación de Gobierno. En noviembre, los partidos flamencos votaron, sin el consenso que la práctica impone en asuntos de este género, una resolución en la Cámara que preveía la escisión del distrito Bruselas-Hal-Vilvorde.
Los francófonos presentaron un conflicto de competencias y las relaciones entre las dos comunidades, siempre tensas, se degradaron hasta extremos desconocidos. En diciembre, Leterme volvió a dimitir. Como salida de emergencia, el rey pidió al ex primer ministro y perdedor de las elecciones, Guy Verhofstadt, que constituyera un Gobierno provisional. Leterme prestó juramento como primer ministro el 20 de marzo.