Piepoli convierte al Saunier en el rey de las cumbres
El español Alejandro Valverde se hundió y se despide del podio Cadel Evans, nuevo líder, y Carlos Sastre, mejor nacional, a 1:38 Los corredores del Saunier Duval están demostrando que son los más fuertes cuando aparece la montaña
Actualizado: GuardarRiccardo Riccó sólo lleva diez días en el Tour. No son muchos para el conocimiento que tiene de la prueba. Es verdad que lo terminó en su primera participación, de la que nadie se acuerda.
Dijo en Bagnères-de-Bigorre que su ilusión era que Leonardo Piepoli, su dinamitero en las montañas, ganase una etapa. En menos de 24 horas, Riccó y Piepoli cumplían su sueño y Saunier Duval lograba un triplete de victorias que nadie se esperaba.
Juanjo Cobo le acompaño. Si Piepoli se hubiese movido habría entrado solo, sin nadie a su lado. Va muy fácil. La fractura de costillas que tuvo en el Giro la tiene olvidada. Las etapas de montaña, las tres que hemos tenido, han tenido Saunier Duval como protagonista. Riccardo Riccó, que ayer fue sexto, es el nuevo líder de la montaña. Se lo ha dejado su compañero De la Fuente. La única llegada en alto que tenía la carrera en los Pirineos mostró un desenlace inesperado, más por los movimientos de los equipos que por el desenlace final. CSC lo bordó. En la bajada del Tourmalet acumularon efectivos de una calidad incontestable.
Fabián Cancellara se había metido en una escapada de 24 corredores que se formó desde la salida. Voigt, los hermanos Schleck y Sastre se le unieron. `Y allí se inició el espectáculo! CSC quería eliminar corredores. Alejandro Valverde lo pasó muy mal en el Tourmalet. Tanto, que Pereiro y Arroyo tuvieron que marcarle un ritmo cómodo para que los daños no fueron irreparables. No sirvió para nada.
Valverde padecería lo indecible en Hautacam, igual que Damiano Cunego. Los dos han quedado fuera de las listas de favoritos. Otro que ha pagado un precio muy alto es Haimar Zubeldia, que está muy deteriorado físicamente. Cadel Evans es el nuevo líder, con un segundo de ventaja sobre Frank Schleck, y un sorprendentemente Christian Vandevelde en tercera posición.
Otros colores
Hautacam cambió el decorado. Pasamos del blanco y negro del CSC, al amarillo de Saunier Duval. Sastre estuvo donde siempre. Frank Schleck parecía el hombre con el que apostar por el líderato. Le faltó un segundo. Entre Cobo, Piepoli y la amenaza de Riccó, sólo les quedaba al resto aguantar. Los últimos cinco kilómetros tuvieron a Cobo y Piepoli como protagonistas. Jugaron con Frank Schleck.
Este Tour será inolvidable para la formación cántabra. Del vencedor, Leonardo Piepoli, llama la atención su edad, 36 años.
Nació en Suiza, donde sus padres habían emigrado. Eran de origen siciliano. Piepoli arrastra una larga carrera detrás de él. Tan larga que ya nadie se acuerda que la comenzó en el Refin italiano, una modesta formación, que le conduciría al Banesto, primero, y al Saunier Duval después, en 2004. Es el rey de las cumbres, un saltamontes, un escalador del que se decía que mojado pesaba 55 kilos.
Ha ganado etapas en el Giro, tres, Vuelta, dos, y en el Tour, una. Es la sombra de Riccardo Riccó. Los 32 triunfos que lleva el veterano italiano en su carrera los ha logrado en subidas.
Los de la Vuelta, en Aitana y en Cerler. Los del Giro, en La Thuile, Passo Furcia y Nuestra Señora de la Guardia. Tiene cuatro subidas a Urkiola, tres triunfos en las duras Lagunas de Neila. Javier Otxoa le entregó el premio de vencedor. El vencedor en Hautacam en 2000, que un año después sufrió un accidente que le costó la vida a su hermano Ricardo y le dejó a él maltrecho.
En la ronda gala siempre manda el color amarillo
El color que manda en el Tour de Francia es el amarillo, normalmente el del líder de la carrera. En esta edición, el amarillo dominante está siendo el de Saunier Duval, que lleva tres victorias de etapa y lideran las clasificaciones de equipos, montaña y jóvenes, estas dos últimas con Riccó.
Lo que no parece que vayan a ganar es el Tour. No tienen un corredor para hacerlo, si descartamos a Riccó y Cobo. Teniendo en cuenta las diferencias que hay en la general y una vez vistos los movimientos en la carretera, mejor será no decir nada.
Los Pirineos se nos han ido, y también diez etapas, y la contrarreloj. Valverde y Cunego se han despedido del Tour. Lo mismo les ha pasado a Pereiro y Andy Schleck. La general, junto a los segundos que marca, tiene otra lectura: los equipos a los que pertenecen Evans, Schleck, Menchov e incluso Vandevelde y Kohl. Silence, CSC, Garmin, Gerölsteiner y Rabobank cuentan con el suficiente poderío para poder controlar cualquier riesgo. El Tour se jugará en los Alpes.
Y la llave la puede tener el Saunier Duval, los más fuertes en montaña y un desastre en la contrarreloj. Euskaltel, con Astarloza y Sánchez, quiere meterse entre los diez mejores. Caisse d' Epargne, después del golpe recibido, no se quedará quieto. Pensar en una escapada que consiga muchos minutos y que llegue a la meta es algo que sucede de vez en cuando.
Carlos Sastre se ha quedado en una situación complicada. Si se observa la general, se ve que en ella están la mayoría de los que se pensaba que debían de estar. Lo mejor que se puede decir de los Pirineos es que la carrera continúa abierta, en pocos segundos, lo que es ideal para el espectáculo. No hay grandes diferencias.
En un Tour tan igualado, cualquier error puede convertirse en decisivo. El podio no tiene dueños, pero si lo cercan corredores que no van a fallar, no al menos todos. Y en eso estamos. En Saunier dicen que no piensan en ganar el Tour. A día de hoy, el único que puede decir que lo va a ganar es el líder, Cadel Evans.