Un, dos, tres: jazz
Arranca con éxito el IV Seminario Internacional de Jazz de Cádiz, un punto de encuentro para músicos que cada día culmina en una 'jam session'
Actualizado: Guardar«El jazz es un sentimiento, me da la libertad de interpretar e improvisar sin esquemas predefinidos». Son las palabras de Ximo Martínez, un músico canario de 31 años que ha viajado hasta Cádiz para asistir al Seminario de Jazz que se celebra estos días en la capital.
Ha concluido la primera mañana de clases y el patio central del Conservatorio Manuel de Falla se llena de guitarras, bajos, contrabajos y saxos cargados en las espaldas de unos pletóricos alumnos. No siempre se puede aprender de los dedos del pianista Kenny Barron o de las cuerdas vocales de Celia Mur. «Lo que me ha traído hasta este seminario es la calidad didáctica, musical y humana de los profesores» destaca José López, un joven gaditano que presume de haber hecho pleno: cuatro ciclos y cuatro asistencias. «Y esta noche no me bajan del escenario de la jam session» sentencia entre bromas.
Alumnado heterogéneo
Pastora, una algecireña de 18 años tuvo la oportunidad de tocar en Irlanda junto al organizador y di-rector del seminario, Juan Galiardo. Él fue el que la animó a asistir y tras sus primeras horas de clases, empieza a tomar conciencia de la brillantez docente que disfruta. «Son unos bicharracos», comenta. Pastora, junto a Néstor, un amigo de La Línea, son dos de los benjamines del centenar de inscritos en el seminario. También hay adictos al jazz que pasan de los 70, que no tienen estudios musicales o que poseen un bagaje profesional de años. Vienen de Barcelona, Madrid, País Vasco o Valencia; incluso de Alemania. En la clase de piano, los pupilos de Kenny Barron, mueven las manos y los pies al son de su ídolo.
El maestro les pregunta que a cuántos le gustaría vivir del piano y del jazz. Seis manos alzadas de 25. El «sentimiento» que desprende el jazz empieza a calar. Juan Galiardo, organizador del Seminario de Jazz aún no se cree que Kenny Barron, una leyenda, esté tocando el piano en una de las aulas del mismo edificio. El pianista es el verdadero estilista del bepop - un estilo del jazz- , depositario de la tradición del piano-jazz moderno. Los alumnos de su curso pudieron comprobar ayer el virtuosismo de sus dedos y su capacidad de explorar fórmulas rítmicas inéditas.
Es la primera que el maestro imparte clases en Cádiz y Galiardo se muestra orgulloso del plantel de músicos que ha conseguido reunir para esta edición. «Todos los años vienen los mejores profesionales, la gente que entiende de jazz lo reconoce así», manifiesta.
A Barron lo acompaña en las tareas docentes el saxofonista Dick Oatss, el trompetista Joe Magnarelli, el guitarrista Dave Stryker, el contrabajista Dave Santoro, el batería Jordi Rossy, el vibrafonista Arturo Serra y la vocalista granadina Celia Mur.
Santoro es el único profesor que ha repetido todos los años, no obstante, «todos los músicos están deseando asistir y compartir sus enseñanzas con los alumnos», comenta Juan Galiardo. Incluso uno de ellos, Jerry Bergonzy, disfrutó tanto de la experiencia, que en uno de sus discos editó un tema titulado Cádiz. Y es que la ciudad es otro de los alicientes que anima a profesores y alumnos a acudir al seminario y disfrutar de estos días de buena música.
Para el jueves, y además de las clases y jam sessions diarias, la organización ha preparado un concierto en el que tocarán Dick Oatss, Joe Magnarelli, Dave Stryker, Dave Santoro y Jordi Rossy. Gran oportunidad de ver en directo a estrellas del jazz.