EJEMPLO. Una de sus célebres grafitis en una calle de Londres. / APF
Contraportada

Bansky, desenmascarado

Un periódico desvela la misteriosa identidad del popular artista que ha llenado Londres de grafitis y se ha burlado de los grandes museos

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En Londres es más que habitual encontrar decenas de turistas sacando instantáneas frente al Palacio de Buckingham y la noria del London Eye. Pero, ¿qué puede hacer un grupo de paseantes, cámara en mano, frente a una pared del anodino barrio obrero de Archway? La respuesta es sencilla: están fotografiando una de las numerosas obras de Banksy, el hasta ahora misterioso y desconocido artista callejero.

Lo de misterioso es porque nadie sabía cuál era la verdadera identidad de este genio del spray, que siempre firma bajo este pseudónimo sus deslumbrantes trampantojos urbanos. Al parecer, Robin Gunningham, de 34 años, es el hombre que se esconde detrás del polifacético artista. Así lo afirma el periódico británico The Mail on Sunday.

El medio basa su información en una fotografía tomada en 2004, que muestra al supuesto Banksy en Jamaica. Además, cita los testimonios de antiguos compañeros de clase y otros de personas cercanas al círculo de amistades del grafitero, que reconocen al autor de algunos de los dibujos callejeros más conocidos del mundo.

La biografía de Banksy ha sido uno de los grandes secretos del arte popular contemporáneo. El único dato certero que se conoce es que nació en Yate, localidad cercana a Bristol, en 1974. Desde que comenzó a pintar en 1992, muchos medios de comunicación han intentado, sin éxito, ponerle cara. En una de las escasísimas entrevistas que ha concedido aseguró que sólo trataba de hacer bien sus cuadros y no mostrar su imagen.

Banksy utiliza su arte urbano para promover visiones distintas de la realidad que ofrecen los medios de comunicación. La gran mayoría de sus trabajos son piezas críticas sobre política, cultura pop y moralidad que intentan agitar la conciencia del espectador. Hay varios temas que se repiten en su obra: ratas, policías y soldados orinando. Esta intención política detrás de su llamado daño criminal puede estar influida por el movimiento de los Ad Jammers, que deforman los contenidos publicitarios para cambiar su mensaje.

Aparte de su obra en la calle, Banksy es conocido por haberse introducido disfrazado en famosos museos de todo el mundo, incluido el MoMA de Nueva York, para colgar alguna de sus obras de manera clandestina. El provocador artista reemplazó 500 CD originales de la multimillonaria Paris Hilton, a los que cambió la portada por otra donde se podía ver a la diva con cabeza de perro.

En 2007 introdujo una imagen, a tamaño natural, de un preso de Guantánamo en medio de Disneylandia. Con todo, algunos críticos lo tachan de irónico, ya que vende su imagen de anticapitalista mientras trabaja con contratos millonarios para grandes multinacionales como la MTV y la organización benéfica Greenpeace. El pasado enero una de sus pintadas apareció al oeste de Londres y se subastó en Internet por 275.000 euros.