La nueva Malinche

Cortés. Con ese apellido sólo podía ser conquistador. Lleva más de dos décadas taconeando por el mundo entero y dejando a su paso un reguero de admiración, y también de romances inconclusos. Pero Joaquín Cortes, que soportó con arrojo los ataques de pantera de una desquiciada Naomi Campbell, se enfrenta ahora a algo mucho más grave, la exigencia de una prueba de paternidad para reconocer, como suyo, a un hijo.

El bebé no tiene aún edad de decir papá; pero todo llegará. Se llama Samuel, vino al mundo el pasado 10 de abril, y según su madre «es idéntico a Joaquín Cortés». La madre es Katie Asumu, una mujer de origen guineano, hija de diplomático, que durante un tiempo, que ella cifra en un año, desempeñó el papel de secretaria, asistente, acompañante... E intérprete, igual que lo fue la Malinche de Hernán Cortés. La noticia saltó el pasado otoño, cuando Asumu reveló en un programa de televisión que estaba embarazada de tres meses y que el hijo que esperaba era del famoso bailarín Joaquín Cortés. Él lo negó de inmediato, enviando un comunicado. Pero medio año después la criatura ya está en este mundo y su mamá vuelve a la carga. «Quiero que Joaquín Cortés diga la verdad -ha proclamado esta semana Asumu ante las cámaras-. Mi hijo es suyo y no voy a parar hasta que lo reconozca delante de un juez y lo sepa toda España».

Siempre según la versión de Asumu, ella y Cortés establecieron relaciones íntimas «libres y consentidas» al poco de conocerse. «Entre nosotros había muchísima pasión», asegura la guineana. Sin embargo, tanto apego no le impidió consentir infidelidades por parte del bailarín. «Yo sabía que él andaba también con otras mujeres, porque él es así, reinicidente, le gusta volver a antiguos amores; nunca los deja del todo». Admite Asumu que durante sus relaciones con Cortés nunca utilizó métodos anticonceptivos. «Joaquín nunca toma precauciones».