MARÍA DOLORES COSPEDAL SECRETARIA GENERAL DEL PP

«El PSOE me ofreció un cargo político, pero ya me gustaba el PP y lo rechacé»

«Quiero que me juzguen exactamente igual que a un hombre» «El centro en el que creemos los 'populares' es una forma de estar en política más que un espacio entre la derecha y la izquierda»

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María Dolores Cospedal es la primera mujer secretaria general del PP y no hay más que ver su despacho para saber que está recién llegada. Estanterías y mesas muestran su fealdad casi desnudas o con algún vestigio de su anterior inquilino, Ángel Acebes. Sólo el bolso sobre una silla y apenas tres fotos de su hijo Ricardo ofrecen las escasas pruebas de que el emblemático despacho es ahora territorio de una mujer osada, mandona y también muy independiente.

-¿Cuando era pequeña quería ser secretaria general?

-No. Yo quería ser lo que casi todas las niñas. Desde bailarina a cantante, pasando por astronauta, que es algo que siempre me ha fascinado porque entonces no había mujeres astronautas y eso me molestaba mucho.

-¿Llega a la política por casualidad o por vocación?

-Siempre me ha gustado la política. Tuve una experiencia muy breve en las juventudes del Partido Reformista, con 17 años, pero aquello duró poco.

-¿Quién le convence para entrar en el PP?

-Yo era abogado (sic) del Estado y en el Ministerio de Trabajo cuando el PP llegó al Gobierno. El ministro, Javier Arenas, y los altos cargos me proponen trabajar con ellos. A mí ya me gustaba el partido y era votante del PP. Entonces, decido dar el paso. Previamente, sin tener por qué decir quién, la Administración socialista ya me había ofrecido un cargo político que yo tuve claro que no quería aceptar.

-¿A qué modelo de número dos le gustaría parecerse? ¿Cascos, Acebes, Guerra o Blanco?

-A mí misma. Cada uno de ellos tiene su personalidad y me parece que lo han hecho bien, al menos, de la mejor manera que pensaban que sería bueno para su partido. Pero yo no tengo por qué parecerme a ninguno.

-¿Es tan mandona como cuentan?

-Debo de ser algo mandona porque me lo dicen mucho.

-¿Eso influyó para que llegara al cargo?

-No lo sé. Digo que debo de ser mandona porque ya me lo decían en mi casa cuando era pequeña. Pero también me gusta mucho trabajar en equipo. No soy acaparadora. Me gusta delegar y tener gente brillante alrededor. Soy mandona de una manera especial.

-¿Qué mérito cree que valoró Rajoy en usted para elegirla?

-Me parece que tengo capacidad de organización y quizás eso haya podido influir. Y también, que me gustan los retos. Es verdad que soy algo osada sin ser una insensata. En la vida hay que ser valiente y no acobardarse.

-¿En qué medida cree que influyó en su nombramiento el hecho de ser mujer?

-Creo que en nada.

-¿La presencia que vemos de mujeres en cargos políticos es puramente estética o supone un ejemplo para el resto sociedad?

-Ahora, somos más en puestos de responsabilidad en política que, por ejemplo, en grandes empresas. Por eso podemos ser punta de lanza. Pero no debemos caer en el peligro de convertirnos en un estereotipo y que nos utilicen para reflejar una determinada imagen. Mi condición de mujer no ha influido en mi nombramiento como tampoco influyó cuando me designaron candidata en Castilla-La Mancha. Lo creo de verdad porque si pensara lo contrario no lo habría aceptado. Las mujeres no nos debemos dejar utilizar para que otros puedan presumir.

Afganistán

-¿Se habría atrevido a ir a Afganistán embarazada, como la ministra de Defensa?

-Claro que sí. Estuve embarazada y seguí con mis obligaciones de consejera de Obras Públicas y Transportes. Una mujer que espera un hijo está embarazada, pero no enferma. Además, es un estado natural de la mujer que, como todo el mundo sabe, se pasa a los nueve meses. Tenemos que aprender a verlo con normalidad. En este punto me parecen muy bien las imágenes porque ayudan a la sociedad a cambiar estereotipos. Pero, ¿ojo!, no permitamos que sólo se nos juzgue por eso. Quiero que me juzguen exactamente igual que a un hombre. Ni con más dureza ni con más condescendencia.

-¿Le parece que hay un culto excesivo a la juventud en la política en este momento?

-Sí. Seguramente es así. Respeto profundamente la sabiduría que da la experiencia, me parece un gran valor y me fío más de ella que de cualquier otra cosa. Por otro lado, la juventud tiene el impulso, ilusión y osadía. Por eso es bueno mantener un equilibrio.

- ¿Qué salvaría del aznarismo?

-No me gusta mucho hablar de 'marianismo' ni de 'aznarismo', prefiero hablar del PP y de proyecto. Este partido tiene que tener bien claro que debe ser fuerte en sus principios y moderado y centrado en las formas. Porque el centro en el que creemos es una forma de estar en política más que un espacio entre la derecha y la izquierda. No debemos olvidar que éste es un partido con vocación de Gobierno. Y eso responde tanto a épocas anteriores como al momento actual.

-Aznar asumió la ley del aborto que había rechazado AP ¿Por qué se niegan ahora a su reforma?

-Porque no es una demanda social sino que responde a intereses distintos de los que tiene la gente de la calle. Además, tenemos una ley del aborto que cuenta con un amplio consenso social y que si se aplicara con rigor, no daría lugar a ilegalidades. Las mujeres estarían más protegidas y los poderes públicos cumplirían con su obligación, con independencia de que el aborto lo practique la sanidad pública o la privada. No es necesario un cambio.

-¿No entrarán a discutir la posibilidad de introducir aspectos de una ley de plazos como estudia el PSOE?

-Vamos a ver qué presenta el PSOE porque la última declaración que oí al presidente del Gobierno, rectificando el discurso del congreso del PSOE, es que va a crear un grupo de expertos y vamos a ver qué pasa. Ya veremos qué sale de esa comisión de estudio.

-En el PP algunos defienden que sólo un hombre y una mujer pueden constituir una familia ¿Cómo puede convivir con personas que piensan siendo soltera con un hijo?

-Respetando mucho que piensen así y sabiendo que ellos también respetan que yo tenga una familia monoparental. Pero esto no me pasa solo a mí. También le ocurre a destacados dirigentes del PSOE que, sin embargo, coinciden en lo básico con su partido. No es ningún problema.

-Me reconocerá que es usted una 'rara avis' en el Partido Popular.

-No me considero una 'rara avis'. A lo mejor, es que el estereotipo que se tiene del Partido Popular no se corresponde con la realidad. Muchos militantes no coinciden precisamente con esos clichés.