Leal a Rajoy, respetuoso con San Gil
Bilbaíno de 38 años, el 'candidato de consenso' y nuevo presidente del PP vasco entró en política con sólo 25 primaveras
BILBAO Actualizado: GuardarEl hoy elegido presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti Pastor, es un joven político de 38 años que en aras de la unidad del partido ha sabido mantener el equilibrio entre el apoyo al presidente de su partido, Mariano Rajoy, y el respeto por su antecesora, María San Gil.
Nacido en Bilbao, Antonio Basagoiti se trasladó a vivir a Madrid a los diez años y regresó a la capital vizcaína para realizar los estudios de Derecho en la Universidad de Deusto. Casado y con dos hijas, es aficionado al golf y al cine español, además de acudir asiduamente a San Mamés y La Casilla para presenciar los partidos del Athletic y el Bilbao Basket.
Miembro de una familia de destacados empresarios y banqueros vizcaínos, con una fuerte presencia en el Banco Hispano-Americano (ahora integrado en el Santander), Basagoiti se introdujo en la política tras trabajar en la banca, con sólo 25 años, cuando su tía, Ascensión Pastor, le incluyó en 1995 en la candidatura del PP para el consistorio de la capital vizcaína.
Desde entonces, ha mostrado un estilo propio y en ocasiones se ha desmarcado del discurso oficial del Partido Popular del País Vasco, como tras las elecciones del pasado 9 de marzo, cuando abogó por "modular" el mensaje antinacionalista en Euskadi, lo que le valió las críticas de algunos compañeros de partido.
En la crisis precongresual del PP se ha posicionado siempre a favor de Mariano Rajoy, pero sin criticar en ningún momento a María San Gil desde que ésta decidió abandonar la redacción de la ponencia política nacional, adelantar a julio el congreso de los populares vascos y renunciar a optar a la reelección.
Defiende la autonomía del PP en Euskadi
Ha integrado junto a los otros dos presidentes provinciales del PP vasco -Alfonso Alonso (Álava) y María José Usandizaga (Guipúzcoa)- la comisión encargada de redactar la ponencia política del congreso de los populares vascos y de reconducir la crisis abierta por la renuncia de San Gil apelando a la unidad de todos para continuar con el proyecto popular.
De hecho fue nombrado candidato de 'consenso' para presidir el PP vasco, una idea que ha reiterado durante sus últimas apariciones públicas.
El nuevo presidente siempre ha insistido en la autonomía del PP vasco frente a las decisiones de Génova y ha defendido que en la toma de decisiones en cuestiones relativas a la política vasca, incluso el Plan Ibarretxe, sean los dirigentes vascos quienes marquen la posición del Partido Popular.