ANDALUCÍA

Cinco niñas se fugan de un centro y denuncian a sus educadores por maltrato

Se han fugado y nadie sabe cómo encontrarlas. Cinco chicas menores de edad se han fugado del centro de menores Arco Iris de la localidad cordobesa de Hornachuelos en el que estaban acogidas tras denunciar supuestos malos tratos de sus educadores.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Fuentes de la investigación han explicado que el propio director del centro presentó ante el puesto de la Guardia Civil de Palma del Río una denuncia el domingo por la noche en la que ponía de manifiesto la ausencia de las menores .

Las fuentes han señalado que el lunes por la mañana las menores se personaron en las mismas dependencias del instituto armado para denunciar los supuestos malos tratos. No obstante, una vez interpuesta la denuncia las menores se marcharon y actualmente se encuentran en paradero desconocido.

El subdelegado del Gobierno en Córdoba, Jesús María Ruiz, indicó ayer a los medios de comunicación que, de momento, se desconoce el contenido de la denuncia de las menores y ha precisado que el asunto está en manos de la autoridad judicial.

Versiones dispares

Por su lado, la Dirección General de Infancia y Familias de la Consejería de Igualdad ha iniciado diligencias informativas en el centro a fin de establecer las «versiones dispares» sobre unos presuntos malos tratos alegados por las cinco chicas residentes en el centro en el cuartel de la Guardia Civil de Palma del Río. El centro de menores Prado de Santa María es de régimen abierto y concertado con la Consejería de Igualdad y Bienestar Social.

Por su parte, el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, lamentó la fuga de las cinco niñas del centro y recordó que en estas instituciones se producen situaciones «muy complicadas que a veces se centran en una sola persona».

Chamizo añadió que estos centros está sujetos a situaciones «muy complicadas» en las que vienen a confluir los «problemas que pueda tener un educador y la problemática de algunos menores internos». «Estas unidades tienen un programa muy terapéutico, pero son duros, porque los chavales necesitan reestructura su vida», incidió el Defensor. Así, apuntó que, aunque en general el tratamiento en estos centros está dando «buenos resultados», si se ha producido en este caso una vulneración de los derechos del menor, la Oficina del Defensor del Pueblo tomará parte en el asunto.