Los talibanes se preparan para ejecutar a dos prisioneros. /AFP
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Terroristas de última tecnología

Al-Qaida moderniza a los talibanes, que usan Internet y el móvil para transmitir sus mensajes y el CD para difundir sus acciones

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Setecientos civiles han perdido la vida en lo que llevamos de año a causa de los combates entre la insurgencia y las fuerzas de la coalición en Afganistán, un 60% más que en el mismo periodo de 2007. Los ataques talibanes también han aumentado en un 40%, según datos estadounidenses, y por primera vez en los últimos años los integristas han conseguido en mayo y junio causar más bajas a los americanos en suelo afgano que en Irak.

Para terminar el retrato, el último informe del Pentágono asegura que «se puede ampliar la zona de acción y aumentar el ritmo» de los ataques en el futuro próximo porque «los talibanes han formado una insurgencia fuerte». La comunidad internacional alcanza los 20.000 soldados al sur -la cifra más alta desde el inicio de la misión-, reforzados por 5.000 del Ejército Nacional Afgano (ANA), e impotentes ante la guerra asimétrica que plantean los grupos insurgentes.

Los talibanes han sustituido gran parte de sus míticas furgonetas 'pick up' por motocicletas. También han reducido el número de integrantes de cada grupo de ataque. Lo que no ha cambiado es el uso casi exclusivo de los lanzacohetes rusos RPG y de los Kalashnikov, las armas nacionales en Afganistán. Mustafá Abú al-Yazid, de origen egipcio y que según los medios paquistaníes habría pasado los últimos dos años luchando en Irak, es el número uno de Al-Qaida en Afganistán y ha importado las técnicas usadas en suelo árabe. Además de los atentados suicidas, cada vez más mortíferos y con explosivos de mayor calidad, las nuevas tecnologías forman parte de la nueva resistencia contra las fuerzas de la coalición.

«Los nuevos insurgentes usan Internet y el teléfono móvil para transmitir los mensajes de sus comités al resto de provincias», destaca un ex funcionario talibán en su despacho a las afueras de Kabul. Otra aportación clave de Al-Qaida a los talibanes del siglo XXI «es el uso de los cedés. Durante su gobierno eran 'haram' (pecado), pero ahora llegan cada día nuevos DVD elaborados en Peshawar con imágenes brutales de los combates», dice.

Imágenes de víctimas

En uno de estos últimos cedés que han llegado a Kabul se puede ver un río con el agua teñida de rojo por la sangre de varios soldados americanos muertos en las orilla tras una emboscada. Un material que no muestran los medios afganos, pero que corre como la pólvora entre los más jóvenes que empiezan a mitificar la lucha de guerrillas.

Los antiguos funcionarios del régimen talibán se han adaptado al nuevo país y muchos ocupan posiciones de privilegio. Mohamed es el nombre ficticio de nuestro interlocutor, que tuvo un alto puesto en el Ministerio de Exteriores talibán y estuvo también muchos años vinculado a la agenda del servicio de inteligencia paquistaní (ISI). Desde su despacho dirige sus nuevos negocios en el mundo de la construcción.

«Los talibanes siempre han estado muy divididos, pero todos los grupos aceptaban el mando espiritual y político del mulá Omar, pero ahora los británicos han logrado crear su propio grupo al que se le conoce como talibán 'mulá Richards' (en referencia al general David Richards que dirigió la misión de Isaf desde octubre de 2006 a febrero de 2007).