El enigma alemán
La trayectoria de Alemania ha sido irregular a lo largo de la Eurocopa. Aun así, sin desplegar un gran juego, ha sabido acogerse a sus valores tradicionales de constancia y tenacidad y, gracias a ello, ha salido adelante en situaciones límites, como en la semifinal frente a Turquía. En aquella ocasión, tras el empate de los otomanos, Lahm puso el tres a dos y logró el pase a la final. Fue un premio a la constancia, a la resistencia y al valor del jugador que surgiendo desde atrás desequilibra el partido en el último momento. Es el tesón alemán.
Actualizado: GuardarLa sensación que está dando Alemania, como dice Franz Beckenbauer, es enigmática. Tiene fases de buen juego y mucha eficacia arriba gracias, sobre todo, a cuatro hombres: Klose, Schweinsteiger, Podolski y Ballack. Tras el cambio de sistema, del 1-4-4-2 al 1-4-2-3-1, en el que queda fuera Gómez, entra Rolfes y gana libertad Ballack, el equipo lo hizo bien frente a Portugal al superar la zona ancha del equipo luso. En cambio, contra Turquía, al jugar el combinado otomano con más centrocampistas, a los germanos les costó mucho superar esa barrera en el medio del campo y crear ocasiones -sólo pudieron marcar gracias a la anticipación de Klose y un error de Rustu-.
En la final, sabedores de que España tiene un medio campo de gran potencial, intentarán contrarrestar en esa zona del campo el caudal creativo de nuestra selección. Por tanto, será muy determinante para el control del partido que el número de hombres en la zona ancha sea igualado y que el poder físico alemán no se imponga a nuestros fenomenales centrocampistas.
Otro aspecto a tener en cuenta es que Alemania ha recibido en los últimos dos partidos cuatro goles. Tanto Lehmann como sus defensas han dado sensación de debilidad, agravada por los repetidos problemas de anticipación que han mostrado ante los delanteros rápidos. Su mejor zaguero, por su vocación ofensiva, es Lahm, capaz de llegar hasta la línea de fondo.
El mayor peligro del equipo germano está en el juego aéreo. Klose va muy bien por alto y exhibe gran acierto a la hora de anticiparse; Ballack es potencia; Metzelder y Mertesacker también suben a los saques de esquina pero si ganan, es siempre por una cuestión de altura. Colectivamente hacen muy bien las coberturas, ayudan y son solidarios en el trabajo de recuperación. Ése es el espíritu de Alemania.