El gran puerto de Sevilla

utoridad Portuaria facilitó ayer la entrada al barco de un grupo de touroperadores, empresarios y medios de comunicación y algunas de las personas que visitaron el Independence comenzó el recorrido por el majestuoso buque un tanto irritada al comprobar que, nada más bajar del barco, los turistas se daban de bruces con un señor equipado con cámara y un flotador típico en el que se leía Sevilla, Spain. Con esta leyenda se daba la bienvenida a viajeros de cuarenta nacionalidades distintas, aunque la mayoría eran británicos, y se le daba una patada al mapa hasta situar a Cádiz a los pies de Sevilla. La pose consistía en agarrar el flotador, sonreír y llevarse un recuerdo de su paso por España. Y todo, ante los ojos de las diferentes administraciones que intervienen en la organización de la actividad del muelle de la ciudad. La buena noticia es que el fotógrafo en cuestión no vendió muchas instantáneas.