Para Pablo Grosso

Estamos pasando una racha mala de todo, trabajo, precios, hipotecas y, sobre todo, faltan trabajadores para la hostelería, y nadie levanta un dedo para protestar, y sin embargo sí se amotinan unos cuantos vecinos porque un hombre que se podía haber quedado en El Puerto y dar trabajo allí, se viene a Cádiz, empieza a dar trabajo y montar bares. Un hombre honrado que da hasta clases a sus trabajadores en sus bares para todos los que quieran trabajar en sus empresas y en vez de darle las gracias, le ponen trabas a un proyecto que tiene y que no afecta para nada a la vista y al panorama, pues ese sitio es muy grande y son pocos los que lo usan. Yo lo sé porque es mi sitio favorito para el paseo y cuando paso por allí veo a muy poca gente sentada viendo el panorama, y, de verdad, no me importaría que cuando esté montado el bar, me pudiera tomar mi copita sentado mirando al mar y a mi faro de la Caleta. Lo que sí les digo a los vecinos es que es peligroso el lugar para poner juegos de niños porque sus murallas son muy bajas y puede un niño caerse a la playa. Te digo, Pablo, que no te rindas y sigas adelante, pues si hace falta recogeré firmas para que lo puedas hacer y a mi alcaldesa que no se rinda por unos cuantos vecinos, pues Cádiz es grande y muchos estarán de acuerdo con la construcción del restaurante llamado Santa María del Mar. Ánimo y adelante.