«Joaquín Prat era vital y hacía de todo»
Ana Rosa Quintana nació con la tele. Bueno, la periodista madrileña se adelantó unos meses al invento, aunque no pudo disfrutar de él hasta cuatro años más tarde. «Sobre las nueve de la noche de un día de la Navidad de 1960 mi padre trajo a casa una televisión que se veía con interferencias». Con esa precisión recuerda la presentadora el momento en que la tele entró a formar parte de la familia. Claro que aquella de los sesenta tenía muy poco que ver con la que ella y otros profesionales del medio hacen hoy. «De los primeros años me acuerdo de los niños de Vamos a la cama», dice Quintana, quien, además de con la Familia Telerín, creció con otro de los clásicos infantiles: Los Chiripitiflaúticos.
Actualizado: GuardarAunque era una niña, también recuerda «los informativos de Jesús Álvarez, los toros, los partidos, el Un, dos, tres de Kiko Ledgard, los programas de fin de año...». Tiene grabados en la retina «los grandes acontecimientos» porque entonces la tele se veía en grupo. «El televisor de mi casa fue el primero de toda la comunidad. Los vecinos se traían sillas, dejábamos la puerta abierta y se convertía en el acontecimiento del bloque», rememora la periodista, que detestaba «cuando se acababa la emisión y tocaban el himno de España porque había que esperar hasta el mediodía siguiente», así que no quedaba más que conformarse con «la carta de ajuste, que es la imagen que más hemos visto en aquella época».
Una época de la que Ana Rosa Quintana habla con nostalgia. Por eso se enganchó a los especiales sobre el 50 aniversario de TVE que presentó Jesús Hermida. «Era como recordar la infancia y los momentos más felices». De esas imágenes rescatadas del olvido se queda con las de Joaquín Prat. «Hacía de todo, era vital, simpático, cercano... En casa nos encantaba».