ESPAÑA

Rajoy, saldrá investido como candidato a La Moncloa

Mariano Rajoy saldrá del XVI Congreso del PP investido como candidato de los 'populares' a la Presidencia del Gobierno. El partido opositor aprobó este viernes modificar sus estatutos para que, a partir de ahora, los congresos elijan a su presidente nacional en calidad de aspirante a La Moncloa.

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El presidente de los 'populares' gallegos, Alberto Núñez Feijoo, responsable de la ponencia de estatutos a debate, anunció esta reforma, que fue incorporada inesperadamente a primera hora de la noche al texto mediante una transaccional que sólo cosechó once votos en contra. Rajoy será desde el domingo candidato a la presidencia del Gobierno, sin tener que someterse, como hasta ahora, al aval de la Junta Directiva Nacional.

De acuerdo con esta nueva norma, y si no hay una disolución anticipada de las Cortes, el candidato del PP en las elecciones de 2012 será el que gane el próximo congreso que se celebrará en 2011. Núñez Feijoo explicó que sólo en caso de fallecimiento, incapacidad o dimisión del presidente del partido elegido en asamblea, sería la Junta Directiva Nacional la que designaría al candidato.

No obstante, el debate más polémico de la noche fue el de la ponencia política. La presidenta del PP vasco, María San Gil, que no asiste al congreso, se hizo presente en la bronca interna que mantuvieron los compromisarios a puerta cerrada. Varios 'pesos pesados', entre ellos el ex secretario general Francisco Álvarez Cascos, la responsable de política social saliente Ana Pastor, y el diputado europeo Alejo Vidal-Quadras homenajearon a la dirigente vasca en sus discursos ante los delegados, que respondieron con ovaciones cerradas.

Según explicaron fuentes presentes en la reunión de la ponencia, el nombre de San Gil fue reivindicado por algunos compromisarios, que recalcaron la necesidad de recuperar su figura para el partido y le dedicaron sus mejores deseos.

Las fuentes consultadas explicaron que el ex secretario general Francisco Álvarez Cascos inició la defensa de sus enmiendas -relativas a los principios y valores del partido- afirmando que él no se sentirá cómodo en el PP «hasta que María San Gil no recupere la confianza».

Por su parte, Alejo Vidal-Quadras, quien presentó una enmienda en la que propone una reforma constitucional para restar poder a los nacionalistas, celebró la incorporación de su propuesta pidiendo a los asistentes un brindis: «María San Gil, va por ti», proclamó, al tiempo que estallaba un aplauso en la sala.

El dirigente catalán celebró así la decisión de los compromisarios de incorporar a su ponencia la enmienda que elaboró junto al diputado autonómico vasco Santiago Abascal. En su defensa de la iniciativa, resaltó que tras 30 años de democracia «los nacionalistas» han demostrados que «no son integrables, y por lo tanto han de ser neutralizables», afirmación que también mereció una ovación.

Para ello, defendió una «reforma seria del Estado, que garantice su unidad y haga que los españoles tengan los mismos derechos y obligaciones en toda España». «Diversidad toda, disgregación, ninguna», remachó. Así, propuso «pactos» con los partidos de ámbito nacional y «evitar» acuerdos con los nacionalistas.

Álvarez Cascos también atacó durante la defensa de su enmienda al futuro vicesecretario Javier Arenas, a quien reprochó haber desvirtuado sus propuestas. «Lamento que hayan sido criticadas, en particular por Javier Arenas», explicó. Cascos quiere una vuelta a la declaración ideológica instituida en 1989, en la refundación del partido, y pide sustituir la definición del PP como formación de centro y reformista por otra, que reivindica su condición de partido «popular, liberal e inspirado en el humanismo cristiano». La ponencia ofreció al ex secretario general una transaccional, que conjuga el centrismo con la inspiración en «el humanismo cristiano de tradición occidental».

En la ponencia de Estatutos fue rechazado por 253 votos en contra, y sólo 80 a favor, una propuesta de varios compromisarios de Madrid para reducir los avales para la presentación de candidatos en los congresos, del 20 por ciento vigente al 5 por ciento. Pero la derrota fue aún más estrepitosa para la propuesta de elegir al próximo candidato a la Presidencia del Gobierno mediante elecciones primarias. La enmienda presentada por el compromisario madrileño Íñigo Enríquez de Luna fue rechazada por 318 en contra y 69 a favor.