Telefonía más barata

a batalla de la UE para tratar de reducir los precios de la telefonía móvil se ha fijado ahora como objetivo el recorte de las tarifas mayoristas que unas compañías se cobran a otras por conectar las llamadas a la red del destinatario final, cuyo elevado coste repercute en el consumidor. Las autoridades comunitarias están dispuestas a asumir que quienes reciben llamadas paguen por ellas, persuadidas de que su iniciativa abaratará los servicios para los usuarios; un beneficio que están obligadas a certificar para no sembrar la desconfianza de los consumidores. La Unión, que registra aún un fuerte desequilibrio en cuanto al precio y la calidad de la telefonía móvil e Internet, ha de impulsar la convergencia, con la premisa de que la defensa más adecuada de los derechos de los consumidores pasa por facilitar la competencia entre las compañías operadoras.