Un remiendo
El remiendo es una cosa muy antigua, que a pesar de lo que significa y es, hacía el avío. En la posguerra el remiendo se puso de moda ante la escasez de géneros y el poquísimo dinero que circulaba obligaba a nuestras madres a ponerle un remiendo a los pantalones, camisas y otras prendas muy deterioradas. El remiendo cumple su misión; remediar en lo posible una situación límite. Esta situación límite la tienen muchos barrios gaditanos, que a base de remiendos van subsistiendo. Ahora la cosa parece que va algo más en serio y Europa a través de los fondos del Plan Urbana nos concede 10 millones para adecentar cuatro barrios populares y castizos muy degradados La Viña, el Balón, el Mentidero y San Juan. El Ayuntamiento gaditano engrosa la lista aportando cuatro millones y medio de euros para dinamizar y darle vida a estos barrios punteros que no logran salir del subdesarrollo a que están sometidos desde hace muchas décadas, casi olvidados.
| Actualizado: GuardarEs increíble que el barrio de la Viña, con su potencial turístico al alcance de su mano, se encuentre en tan mal estado, dejado de la mano de Dios. Un barrio que es el epicentro del Carnaval no recibe nada a cambio por el desgaste y los atropellos en su suelo. El barrio del Balón es el eterno callado. El silencioso que ve cómo se le va el tiempo y él sigue igual o peor. Un barrio castizo con su historia y leyendas que está prácticamente anulado de cualquier ruta o catálogo que lo publicite.
El barrio del Mentidero, aunque siempre fue popular, su alma encierra un callado señorío y un caché oculto que se percibe cuando se visita. Y el barrio San Juan dormita desmoronándose lentamente con más paciencia que el Santo Job. Por ello, el remiendo de Europa, con sus diez millones, y el Ayuntamiento, con sus cerca de cinco, harán que estos preciosos barrios caminen con más orgullo y dignidad hacía el futuro. Una vez más, el remiendo de nuestras madres surte efecto.