El futuro de la Expo
Zaragoza se ha asomado al Ebro para crecer 25 hectáreas y convertir el río en su nueva Calle Mayor
| Actualizado: GuardarInditex (Zara) ha instalado en Zaragoza su mayor centro logístico en España. La ciudad está justo a 310 kilómetros de Barcelona, Madrid, Bilbao, Valencia y Burdeos. Una equidistancia que siempre han recordado los defensores de la Expo para reivindicar la importancia de una capital que ha aguantado dos años y medio de obras para nacer al siglo XXI. Tal como ocurrió con Barcelona en 1992, hasta entonces de espaldas al mar, Zaragoza se ha asomado al Ebro para ganarle las riberas. El alcalde Juan Alberto Belloch repite que sus turbias y crecidas aguas de estos días son la nueva Calle Mayor.
Las 25 hectáreas urbanizadas han ido acompañadas de infraestructuras que permanecerán después del 14 de septiembre. Es el caso del Parque del Agua, un nuevo pulmón ganado al río que acogerá playas fluviales, embarcaderos, hoteles, canales de aguas bravas y un centro termal. Los terrenos de la Expo, con su imponente Centro de Congresos al frente, no quedarán desiertos, tal como ocurrió en Sevilla 92. Se transformarán en un parque empresarial que ya tiene inquilinos, colindante a un ensanche urbano de 12.000 viviendas.
Carlos Lamela, el arquitecto encargado de que Ranillas bulla tras el cierre, resalta que la operación de mayor trascendencia de la Expo todavía está por venir. «Su importancia se verá 20, 30 ó 40 años después. Todo se ha hecho de manera algo inusual en este país: con previsión».