Juan Costa promete lealtad y ayudar a Rajoy para «hacer la mejor oposición»
Una parte del sector crítico combate el giro centrista de la formación política, y otro grupo cuestiona al líder popular Algunas estimaciones sugieren un 20% de votos en blanco
Actualizado: GuardarLas turbulencias de la etapa precongresual, el vacío posterior en la dirección y las expectativas para una candidatura alternativa han quedado atrás con la renuncia de Juan Costa a competir por el liderazgo con Mariano Rajoy. El presidente del PP se encuentra ahora con el camino más despejado hacia el congreso de Valencia, que se vislumbra más pacífico y ordenado de lo que hace unas semanas podría parecer.
Con la negativa del ex ministro, el sector crítico ha perdido su baza más decisiva y fuerte para dar la batalla en el cónclave. Ahora que se ha constatado la debilidad de quienes se situaron al margen de la línea oficial y su falta de voluntad política para cambiar las cosas, el panorama se presenta mucho más despejado. El propio Juan Costa ha cerrado este capítulo al declarar su lealtad al candidato que salga del Congreso. Ayer en los pasillos del congreso, el diputado declaró que «si una mayoría apuesta por Rajoy en el congreso como la mejor alternativa yo actuaré con toda responsabilidad y toda lealtad». Además, se comprometió a «ayudar» al líder del PP a «hacer la mejor oposición».
División de posturas
Prácticamente, los díscolos se pueden clasificar de acuerdo con dos posiciones claramente diferenciadas: los que combaten el giro centrista pero no ponen pegas a la continuidad del presidente -Aleix Vidal-Quadras, Jaime Mayor o María San Gil- y quienes se identifican plenamente con el discurso más moderado pero cuestionan el liderazgo de Rajoy para representar al nuevo PP ante el electorado -Juan Costa y Gabriel Elorriaga como mejores exponentes-.
A su vez, Rajoy ha perdido la oportunidad de disputar el poder con un sector minoritario al que ganaría el congreso con holgura y ahora tendrá que encajar el castigo de los votos en blanco, mucho más perniciosos y que ya hay quien estima que estará en un 20%. El sector oficial acaparó avales a diestro y siniestro en una cantidad muy superior al porcentaje necesario, y demostró con ello una evidente intención de abortar cualquier intento de alternativa. Las maniobras de última hora de los barones regionales de Galicia y Castilla y León, que ofertaron liberar sus avales para facilitar la presentación de Costa, no impidieron que los críticos utilizaran como coartada para su desistimiento el muro de contención previamente construido por el 'aparato' a instancias del líder.
Negociaciones
Mariano Rajoy y sus seguidores prefieren dar estatus de alternativa crítica al sector más radical, al que reconocen coherencia y ven representado en las enmiendas de Alejo Vidal-Qadras. En la búsqueda de acuerdos y transacciones para mejorar las ponencias ya trabajan sus autores con las propuestas presentadas por los compromisarios.
El presidente del PP ha llenado el vacío que había hasta ahora en la sede de la calle Génova donde ya trabajan varios equipos para ordenar y, más tarde, negociar las enmiendas. Las de Alejo Vidal-Qadras concitan mucho interés porque a todos les parecen las más fácilmente asumibles en la medida en que coinciden con el programa electoral de Rajoy. Dirigentes que trabajan en la ponencia política aseguran que se pueden incorporar al texto muchas referencias de su propuesta de reforma constitucional, así como su apelación a un consenso prioritario con el PSOE para acordar los retoques a la Constitución, entre los que propone eliminar la prevalencia del varón sobre la mujer en la sucesión de la Corona.
«Es un error», advierten los dirigentes alineados en el sector centrista pero críticos con Rajoy. Creen que si ahora se le da estatus de alternativa a los más duros se convertirán en la opción ganadora cuando el 'marianismo' se debilite y fracase el intento del actual líder por convertirse en candidato en 2012.