Nadal festeja su cuarta corona parisina en una noche de compromisos
De todos los torneos ganados en Roland Garros por Rafael Nadal, probablemente este último ha sido el que menos ha celebrado o, concretamente, el que ha celebrado con más contención. Así lo hizo nada más acabar el partido y también en la posterior celebración en un lujoso restaurante parisino desde cuya terraza se divisaba la Torre Eiffel.
Actualizado: GuardarNadal cenó allí con su familia y amigos poco después de atender a las radios y televisiones, con lo que estuvo hasta más allá de la medianoche. Como todo se retrasó, ya llegó tarde a la sala de copas, por lo que la fiesta por el título se prolongó hasta altas horas de la madrugada.
Por la mañana, un Nadal ojeroso y con trazas de haber dormido poco cumplía con la tradición de ir a Trocadero para la sesión de fotos del campeón de Roland Garros. Todo quedó más apagado que otros años y algo más oscuro. No hubo visita a la embajada española para no tener que encontrarse con el presidente de la Federación de Tenis, Pedro Muñoz, con quien mantiene un abierto enfrentamiento desde hace semanas. Poco antes la Familia Real había avisado que no podría ir a la final. Casi un triunfo mate.