Lo importante
Para el hombre del medioevo el mundo terminaba en los limes del feudo. De fuera sólo llegaba el rumor de los tambores de guerra o las rogativas de las procesiones contra la peste negra. Con el renacimiento, se dibuja un mundo donde, más allá de la ciudad, hay una nación o país de cuyo gobierno depende en gran medida la marcha de los asuntos que afectan a los ciudadanos. En la Ilustración aparece el concepto de humanidad y la idea de un mundo interdependiente. Pero no es hasta la edad contemporánea cuando ese mundo global se convierte en un ágora y mercado único.
Actualizado: GuardarEsta evolución ha supuesto el trasvase de las cuestiones de interés concentradas en lo local, a lo regional, nacional o mundial ¿Cuánto pesa cada una de estas realidades? Es evidente que todo importa, más o menos. Que en Cádiz se reordene el tráfico en Canalejas por un aparcamiento o se construya o no un restaurante contra el Plan General es muy importante. Pero no lo son menos las medidas sobre la vivienda y el empleo que los gobiernos español y andaluz acaban de tomar o el amarre de la flota por el encarecimiento del combustible. Y trascendente es lo que sucede dentro del PP, un proceso que puede acabar con la segregación de un partido de extrema derecha o con su definitiva modernización.
Pero si eso es fundamental, ¿cómo calificar el fracaso de la FAO en Roma en la lucha contra la hambruna que el mercado mundial ha provocado con la especulación en los mercados de futuro de los alimentos, los precios del petróleo y los biocombustibles? O las negociaciones que los gobiernos de España, Francia e Italia mantienen en las instituciones comunitarias sobre el estatuto de los inmigrantes en Europa, de consecuencias tan aterradoras como la posibilidad de declarar delincuente e ilegal a un ser humano por haber huido de la pobreza o la muerte. Y ¿acaso no es trascendental el resultado de las primarias americanas, de las que depende en buena medida el final o la prolongación de la ignominiosa era Bush? O la posible vuelta atrás con la prolongación de la jornada laboral europea.
Hasta el más ignorante o egocéntrico calificaría estas u otras noticias como importantes. La cuestión es cómo se reparte la tarta de los intereses entre cada tipo de noticias. El ámbito local o global no presupone nada: se puede estar preocupadísimo por la vida de Paris Hilton o las cotizaciones de la City y tener las mismas limitaciones de quien viviendo en Cádiz le cae tan lejos lo que pasa en Jerez o Sevilla como en el País Vasco (agresión aberzale en Pasaia) o Sri Lanka (atentado terrorista en Colombo)
El proceso del conocimiento no opera con el viejo símil de la cebolla (quitando capas hasta llegar al corazón), sino con el del gajo de la naranja, que participa al mismo tiempo de la cáscara y la semilla. Nunca lo micro y lo macro se aproximaron tanto, ni los intereses y problemas de la tribu y el universo fueron tan indistinguibles e interdependientes. Así, los horrores de la dictadura militar de Birmania pueden estar a un golpe de tecla con el wi-fi en la Plaza de Mina y el final del tráfico ilegal de detenidos por la base de Rota decidirse en la convención demócrata de Denver.