La hipopcresía de los submarinos
Actualizado: Guardara fallida intentona de reparar en Gibraltar, hace unos días, al sumergible británico HMS Superb, cuyo retorno al Peñón se viene barajando en las últimas horas, ha vuelto a reflejar la vergonzosa hipocresía en esta materia que aqueja a los dos principales partidos. El PSOE, que se movilizó a todas las escalas, cuando la peligrosísima reparación del HMS Tireless cuando el PP gobernaba en La Moncloa, ahora se muestra sospechosamente cauto ante este tipo de operaciones aunque, por ahora, ninguna ha vestido los riesgos que conllevó la presencia del Jartible en Gibraltar. Y es ahora cuando el PP se disfraza de ecopacifista y exige las explicaciones que, en su día, omitió. ¿Por qué ni una ni otra formación pone en solfa que los sumergibles estadounidenses sigan entrando y saliendo de la base de Rota, como Pedro por su casa y sin que en la mayoría de los casos se sepa qué operaciones de reparación, carga o descarga se lleva a bordo de tales unidades? Quizá en lugar de bailar esta eterna yenka submarina, ambos partidos podrían comprometerse para evitar que nuestra España oficialmente desnuclearizada siga condenada a convivir con dos polvorines atómicos.