CERCA PERO LEJOS. Zapatero y Berlusconi, durante su declaración a la prensa. / EFE
MUNDO

Zapatero hace las paces con Berlusconi sobre inmigración

La cumbre de Roma sirvió ayer de excusa para el primer encuentro del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, después de la victoria de ambos en sus respectivas elecciones. El telón de fondo eran las divergencias públicas sobre inmigración, tras los ataques al Ejecutivo de derecha italiano de la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, y algunos ministros. Como suele ocurrir en estos casos, la reunión sirvió para hacer las paces y concluir que todo había sido un malentendido.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

«No hemos abordado el tema, aunque Berlusconi ha tenido la consideración de explicarme sus posturas y me ha aclarado algunas cosas, cosas que tienen una dimensión mucho más reducida de lo reflejado por la prensa», comentó. Además, por la tarde, Berlusconi anunció que el famoso delito de clandestinidad, uno de los aspectos polémicos de su paquete de leyes, va a quedarse sólo en agravante a su paso por el Parlamento, para enfado de la Liga Norte, su socio más radical. Se veía venir y era cuestión de tiempo desde que se cayó del decreto de urgencia.

En cuanto a sus diferentes visiones sobre el fenómeno, Zapatero insistió en que lo importante es trabajar juntos en la UE y, no tanto recurrir a leyes, sino invertir en diplomacia y cooperación con los países de origen de los inmigantes.

Sobre el papel en la cumbre, Zapatero destacó que España ha sido el primer país en reaccionar a la petición de fondos de la FAO, con 50 millones de euros, tal como reconoció al abrir el pleno su director general, Jacques Diouf. El presidente anunció que España donará 500 millones hasta 2012 y propuso celebrar en otoño en territorio español una conferencia de seguimiento.